Oscar López: la consagración tiene nombre
El independentista puertorriqueño Oscar López Rivera ya es libre. 35 años después, su condena fue conmutada a inicios de este año por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama y expiró este 17 de mayo.
"Mi espíritu, dignidad y mi honor están mucho más incólumes hoy que el día que entré a prisión" fueron sus primeras palabras a los medios de comunicación desde la casa de su hija Clarissa en Puerto Rico. Una conmutación u ofrecer clemencia es sustituir un castigo impuesto, por otro menos grave. Mientras que un indulto es un perdón total o parcial de una pena dictada por un tribunal. Tanto la conmutación como el indulto son decisiones que puede tomar un presidente o gobernador de un país, detalla el diario puertorriqueño El Nuevo Día.
Cuando fue emitida la orden de liberación la abogada de López Rivera Jan Susler confirmó a la prensa que él estaba «muy agradecido por la solidaridad y el amor que le han brindado durante estos 35 años». De acuerdo con Susler, la justicia se impuso después de un largo y complejo camino. «Tuve el privilegio de decírselo yo misma, Oscar es un hombre de paz y estuvo muy pacífico, recibió la noticia con alegría y mucha gratitud», dijo.
Su plato favorito es el arroz con gandules, pero ha estado tanto tiempo preso que no recuerda su sabor. Durante largos, interminables y duros años solo fue conocido como el recluso 87651–024. Muchos lo consideran como el último revolucionario boricua de la Guerra Fría y el prisionero político puertorriqueño que más tiempo estuvo en cárceles norteamericanas.
La causa por su liberación recorrió el mundo, convirtiéndolo en el “Mandela latinoamericano”, en referencia al expresidente sudafricano célebre por su lucha contra el régimen del apartheid. Oscar López Rivera simbolizó la resistencia de miles de hombres y mujeres que creen en un Puerto Rico libre del estatus de colonia de Estados Unidos.
López Rivera, nacido en 1943 en Puerto Rico es veterano de la Guerra de Vietnam en la que fue condecorado por su valor en combate. Al regresar a Chicago se integró a la lucha por los derechos del pueblo puertorriqueño y participó en actos de desobediencia civil y militancia pacífica. En 1976 formó parte de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). En 1981 fue capturado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) acusado de «conspiración» y por su militancia en las FALN.
Al momento de su captura reclamó para sí la condición de «Prisionero de Guerra», amparado en el protocolo primero de la Convención de Ginebra de 1949. El protocolo de ginebra ampara a Oscar López por ser una persona detenida en conflicto y lucha contra la ocupación colonial. Washington no reconoció la exigencia de López Rivera y lo condenó a 55 años de prisión, tras un supuesto intento de fuga, la sentencia aumentó a 70 años de cárcel, 12 de los cuales los purgó ya en aislamiento total.
El expresidente estadounidense William Clinton en 1999 le ofreció un indulto condicional. La oferta fue ofrecida a 13 miembros que aceptaron, pero López Rivera la rechazó porque para él ello incluía la condición de cumplir diez años más en la cárcel con buen comportamiento.
Líderes de todo el mundo, así como organizaciones de derechos humanos, han exigido la liberación de Oscar López Rivera. El 18 de junio del 2012, el Comité de Descolonización de la ONU aprobó una resolución, promovida por Cuba, en la que pedía reconocer el derecho a la independencia y autodeterminación de Puerto Rico e instaba a la liberación de los independentistas prisioneros en Estados Unidos.