Temer podría estar llegando a su fin presidencial
Tras las revelaciones de los corruptores de la constructora brasileña Obredecht, la presidencia de Michael Temer podría estar en riesgo. Según informó el Tribunal Superior Electoral (TSE), entre el 6 y el 8 de junio próximos se reanudará el juicio, donde el dignatario brasileño es acusado por ilegalidades en la campaña 2014, donde constituía compañero de fórmula de Dilma Rouseff (2011-2016).
Según la acusación del CEO de Obredecht en las últimas jornadas, Rousseff y Temer financiaron su campaña con dinero desviado de la petrolera estatal PETROBRAS, gastaron más de lo permitido y manipularon las estructuras del Estado para su reelección. A ello se suman también las declaraciones del publicista de la campaña, Joao Santana, y su esposa Monica Moura, accionista y administradora de la empresa Polis Propaganda, quienes, para evitar condenas, confirmaron que Obredecht les repasaba dinero vinculado a la campaña de 2014. Ante los presuntos hechos, la fiscalía electoral pidió condena de pérdida de mandato e inhabilitación electoral para Temer.
Perspicazmente el actual presidente del gigante sudamericano ha anunciado que separará sus cuentas de campaña de las de Rousseff, con el objetivo de colocar toda culpabilidad en los hombros de su hoy rival política. Este tema, aunque revitalizado ahora tiene su precedente en el propio 2014, cuando el candidato derrotado Aécio Neves, delató a ambas figuras políticas por recibir dinero y aceptar sobornos. Y aunque el pasado año, luego de que Dilma fuese sustituida, Temer se alió al Partido de Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña), le fue imposible impugnar la demanda.
Temer ha dicho que se declara inocente y apelará ante cualquier sentencia en su contra. La estrategia de su gobierno es alargar el juicio hasta cerca de los comicios de octubre de 2018, en aras de evitar una bochornosa anulación de la presidencia. De resultar culpable de corrupción sería otro bache en el ciclo electoral, a lo que el Congreso debería reunirse y elegir un presidente que de continuidad al mandato de Rouseff hasta el 1 de enero de 2019, cuando se convoque otra vez a elecciones.