Un “Avatar” en la política
Vladimir Franz es el excéntrico político checo que ha causado impresión tanto en su país natal como a nivel internacional. No por sus políticas o ideas, que han quedado en segundo plano, sino por su cuerpo, lleno de tatuajes. Tantos que es casi imposible encontrar un trozo de piel en su rostro que conserve el color original. El exótico color de su rostro – un entramado de filigranas verdes, azules y rosas – le han dado el apodo de “el avatar”.
De formación es abogado, pero no se dedica al derecho como carrera profesional. Franz es un hombre del arte y también ejerce como compositor, confesando que la música clásica y la ópera son su debilidad. Sin olvidar sus pasiones – los tatuajes y la música – Vladimir Franz tiene ahora un nuevo empleo: es viceministro de cultura de su país. El Avatar apunta alto: en 2013 se presentó como candidato a las presidenciales de la República Checa con una campaña electoral orquestada casi exclusivamente desde las Redes Sociales. “Fanz for President” fue el lema bajo el cual muchos le conocieron y hasta 90 mil personas solicitaron su candidatura.
Un mes antes de los comicios en Chequia se hizo un simulacro electoral en el que Franz alcanzó la cima de la política siendo el candidato más votado. En ese simulacro, el Avatar ganó la presidencia con el apoyo del 40% del electorado: 60 mil votos se introdujeron en las urnas para pedir al abogado tatuado como presidente. Sin embargo, a la hora de la verdad, durante las elecciones reales, Franz no logró la presidencia del país, pero logró sr el tercero más votado, un hito importante teniendo en cuenta los prejuicios que suele tener la sociedad respecto a las personas con algún tatuaje. A pesar de que el simulacro no se cumplió, hoy día dirige la política cultural de su país. ¿Sigue prejuzgando negativamente la sociedad a las personas tatuadas?