Becerril se despide como Defensora del Pueblo
La que ha sido la Defensora del Pueblo desde 2012, Soledad Becerril, dice adiós a su cargo como máxima responsable de este organismo. Será este mediodía cuando, la todavía Defensora del Pueblo y primera mujer en la historia de España en ocupar este puesto, anuncie su retirada en una rueda de prensa. A sus 72 años, Becerril se despide tras cinco años en el cargo y dejará a su adjunto, Francisco Fernández Marugán, como sustituto momentáneo hasta que las Cortes aprueben al oficial. Tres quintas partes de la Cámara deberán de proponer y aprobar al futuro suplente tanto en comisión como en posterior pleno.
Desde hace algún tiempo es imposible escuchar el nombre de Soledad Becerril y no asociarlo con la Defensora del Pueblo y viceversa. Pero parece que este idilio habrá de llegar a su fin. Será este mediodía de martes cuando la que hasta ahora ocupa tal cargo público renunciará al mismo. En una rueda de prensa convocada por la misma Becerril, la que fuese la primera mujer de la historia de España en ostentar este cargo, anunciará su dimisión del mismo. Así lo han confirmado fuentes de la institución que ahora pasará a estar presidida por otras manos. Becerril se despide a sus 72 años y tras cinco en el puesto. Su lugar ahora será ocupado por su adjunto, Francisco Fernández Marugán, quien habrá de defender la presidencia hasta que las mismas Cortes propongan y aprueben a otro sustito oficial, en primer lugar en la comisión y, posteriormente, en el pleno. Para ello, tres quintas partes de la Cámara habrán de ponerse de acuerdo.
Su llegada como máxima dirigente del organismo en 2012 no fue el único cargo de poder que ha ostentado Soledad Becerril. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, Becerril militó en las filas de UCD y, posteriormente, del Partido Popular. Fue también la primera fémina en convertirse en ministra, tras la dictadura franquista, al asumir en 1981 el ministerio de Cultura bajo el Gobierno de Calvo Sotelo. Ha estado presente en las Cortes hasta en seis legislaturas donde ha llegado a ser vicepresidenta del Congreso para, desde 1995 hasta 1999, asumir la alcaldía de Sevilla.
En julio de 2012 fue nombrada Defensora del Pueblo y el 23 de junio del mismo mes tomó posesión del cargo gracias a un acuerdo entre los populares y el PSOE donde también se acordó el nombramiento de Fernández Marugán como adjunto de Becerril.
