Brócoli, el arma letal contra la diabetes tipo II
Según un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Gutenberg en Suecia, el brócoli posee un compuesto orgánico que pudiera significar un golpe duro para la enfermedad de la diabetes tipo II. La substancia en cuestión, una vez extraída, posee significativas propiedades biológicas que no solo beneficiarían a aquellos bajo el castigo de la diabetes sino muchas otras enfermedades de riesgo. No obstante, el estudio acaba de empezar y todavía persisten muchas interrogantes, pero por primera vez en mucho tiempo, sale a la luz una nueva alternativa que no sean más pastillas o más insulina para tratar esta modalidad de diabetes cada vez más agresiva y que continuamente afecta a una mayor cantidad de personas cada año por todo el mundo.
Se reconoce a nivel mundial la peligrosidad que representa la diabetes. Cada año, las cifras de personas que debutan como diabéticos incrementa. Sin lugar a dudas, esto tiene sus fundamentos en muchísimos factores, pero entre los principales hay que mencionar el elemento genético y el dietético. El presente artículo se enfoca completamente en el segundo y es que recientes estudios realizados por la Universidad de Gutenberg, en Suecia, han descubierto compuestos orgánicos que pueden ayudar a los diabéticos a mantener un mejor control sobre el nivel de azúcar en sangre. Estos compuestos ya denominados milagrosos se encuentran en cantidades concentradas en varios vegetales, pero sobre todo en los brócolis.
La sustancia en cuestión se denomina sulforafano. Esta se estima que, debido a sus propiedades, pueda ser de asistencia en el control del nivel de azúcar en sangre a aquellas personas con diabetes tipo II, considerada una de las etapas más agresivas y volátiles de la enfermedad.
Sin embargo, es muy temprano para determinar el alcance o durabilidad de los efectos del compuesto. El presente estudio tiene mucho camino por recorrer, ya que su inicio presenta una inconsistencia en el desarrollo de sus variables. Por ejemplo, solamente fue realizado con 97 personas escandinavas diabéticas por un periodo de 12 semanas. Además, esta sustancia fue introducida al organismo humano junto a la conocida medicina metformín. Por ello, todavía se desconoce sus efectos si fuera a tomarse de forma individual. Y finalmente, el extracto usado por los investigadores era más potente que el encontrado en el brócoli natural.
El doctor Anders Rosengren, líder del equipo que realizó la investigación, declaró que persisten muchas preguntas acerca del compuesto. Las dosis usadas en el estudio eran puras, como se supone que sean, pero que en la vida cotidiana no será de la misma forma. Por ello, no recomienda todavía el empleo masivo de la sustancia para tratar la diabetes tipo II, pero si impulsa la ingestión de brócoli y visualiza un futuro brillante que, sin duda, beneficiará a todas aquellas personas bajo el yugo de la diabetes.
El sulforafano será la substancia del futuro para tratar no solo la diabetes, sino otras enfermedades como la inflamación, el cáncer, e inclusive enfermedades en el hígado. Este se encuentra en vegetales como la coliflor, la col de Bruselas y en el brócoli (donde se encuentra en mucho mayores cantidades). El equipo de Rosengren optó por estudiar el sulforafano después de haber evaluado más de 3,800 compuestos que esperaba pudieran poseer un potencial oculto para lidiar con la diabetes de tipo II.
A pesar de no poseer muchas respuestas, y que existan el doble de interrogantes, la situación actual es muy beneficiosa, puesto que significan que van por el camino correcto. Asumir tan temprano que el sulforafano significa el fin de los dolores de cabeza y descompensaciones de los diabéticos tipo II sería una exageración, pero lo que sí es seguro es que se está perfilando a ese punto. El brócoli, de seguir el estudio avanzando, se convertirá en el vegetal de preferencia de muchas personas tanto sanas como enfermas por sus beneficiosas propiedades.
Los compuestos extraídos del brócoli pudieran emerger como una alternativa confiable y segura para aquellas personas que no pueden tolerar el metformín y cualquier otra medicina que sea agresiva o poco eficiente. Irónicamente, queda demostrado una vez más que las respuestas para todos nuestros problemas, usualmente vienen de la madre naturaleza.
