El fuego ya no amenaza Doñana
Después de largas jornadas donde España se movilizó para contener un fuego que asedió las cercanías del parque nacional de Doñana, joya de la biosfera y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el fuego se controló. Más de trescientos efectivos fueron trasladados durante varias jornadas a los límites entre las localidades Moguer y Mazagon, en la provincia sureña de Huelva, perteneciente a Andalucía, donde el incendio arrasó y ganó terreno. A las fuerzas de la Guardia Civil española, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el Consorcio Provincial de Bomberos, se sumaron 25 aviones y más de una veintena de vehículos terrestres para aplacar los disímiles focos que se activaron.
El fuego se inició en la noche del sábado, y debido a su magnitud fue declarado inmediatamente como nivel uno o de máxima prioridad. Afortunadamente, durante el incidente los servicios de emergencia no han reportado víctimas fatales ni heridos como consecuencia del siniestro. Las 2 mil personas que habían sido desalojadas de las cercanías, previendo un crecimiento o extensión de las llamas, ya han recogido sus pertenencias y regresado a sus hogares. Durante los días de fuego, por su seguridad, fueron trasladados por un operativo de emergencia hacia centros deportivos y otros lugares de acogida para casos de desastres.
Según confirman operativos de la unidad de Bomberos y otras autoridades involucradas, aunque aún se desconocen las causas tácitas que dieron lugar al fuego, la catástrofe se inició en un paraje conocido como La Peñuela, en la porción de Huelva fronteriza con Portugal. Con otras condiciones climatológicas hubiera podido contenerse, pero el viento cambiante de la noche y las horas centrales del domingo dificultaron su extinción. Por fortuna, durante la jornada de ayer, el aire giró al norte y permitió aplacar uno de los focos más preocupantes, el que apuntaba hacia Matalascañas, comunidad costera aislada del centro. Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, declaró a la prensa que no se descarta que tras el siniestro se halle la mano del hombre, y sus causas no sean naturales.
No obstante a ello, y más allá de las presunciones del gobierno, el hecho es que Moguer, como la mayor parte de la geografía Española es propensa, fundamentalmente en esta época del año, a eventos como este. Las altas temperaturas en la región provocan que la alerta naranja no sea una excepción, sino la regla durante la temporada de verano. Este podría ser apenas el inicio de una etapa caliente y arrasadora para la biosfera española. La actitud consiente de los ciudadanos y visitantes resulta crucial en temas como estos. Ganar en cultura antifuego, es una de las premisas de los actuales tiempos.
