El Milan ansía volver al firmamento con el talonario como clave
El AC Milan es un club histórico y grande en el mundo del fútbol. Es el segundo equipo que más Champions ha ganado y durante la mayor parte de su historia ha deslumbrado con buen fútbol y grandes hazañas. Sin embargo, el último quinquenio ha sido nefasto. Prácticamente borrado de la élite europea, también en las competiciones domésticas italianas han dejado de ser ese equipo favorito a todo y el rival con el que nadie se quería topar. Las causas de esa debacle no han sido solo deportivas, ya que en definitiva estas son el resultado de una mala administración y gestión. No obstante, todo ello está a punto de cambiar y lo hará de la mejor manera posible en estos tiempos de locura, o al menos la más rápida: a golpe de talonario.
Prueba de ello es el irrefutable hecho de que el club rossonero está siendo uno de los más activos en Europa durante las primeras semanas del mercado. De cara al venidero curso, el equipo ya se ha hecho con los servicios de André Silva, Franck Kessié, Ricardo Rodríguez y Mateo Musacchio, fichajes todos que marcan el inicio agresivo y ambicioso de la era china del club, liderada en lo económico por Yonghong Li. De acuerdo con publicaciones especializadas en el fútbol italiano, los nuevos propietarios asiáticos del club quieren devolverlo a los planos estelares en los que siempre estuvo y para cumplimentar su objetivo tienen planeado un gran incremento presupuestario en este y los siguientes cuatro años.
Para el presente curso, el primero del quinquenio estratégico, el presupuesto ha sido de 206.3 millones de euros, monto que al final de la temporada 2017-18 se elevará a los 273 millones. Así, el presupuesto rossonero crecerá de forma progresiva hasta alcanzar los 524 millones al final de la temporada 2021-22, una cifra que sin dudas permitirá llevar al equipo a muy buenos jugadores. Ejemplos como el del Manchester City y el PSG evidencian que el crecimiento presupuestario es una forma rápida de impactar positivamente en las contrataciones y los objetivos deportivos de un club, aunque para ello se precisa de un técnico de calidad y con una visión programática, que además esté complementado por un buen equipo de dirección. Si todo esto no se consigue y se armoniza, de nada valdrá que los nuevos propietarios chinos inviertan el total de 350 millones netos en fichajes en un plazo de tres años, como contractualmente están obligados.