El tercer año de vida de nuestros bebés
El tercer año de vida de los bebés, es la etapa del desarrollo donde se van marcando los logros de la primera infancia. Es posible que podamos observar avances en las áreas de desarrollo motriz, intelectual, el lenguaje y de las emociones del bebe. Las relaciones personales de esta etapa de vida son mucho más elásticas, pues ellos se encuentran en la necesidad de comprender y satisfacer toda su exigencia. Lo triste es que muchas de las veces los adultos no nos damos cuenta delo que ellos pretenden hacer. Es muy necesario aprovechar al máximo los momentos de relación con él bebé, lo cual te posibilitará un mejor desarrollo de sus capacidades y sobretodo de sus habilidades.
Los adultos debemos mantener una vigilia ante todo lo que el niño realice, sobre todo las relaciones del niño con otro niño, sobre todo como es el lenguaje que usa para lograr comunicarse. Es importante comparar los tamaños entre los niños, de esta manera nos aseguramos si nuestro bebe se encuentra en un desarrollo del crecimiento normal. Realizar actividades didácticas en el que puedan construir cosas es importante para ir desarrollando habilidades en el pequeño.
Según varios estudiosos existen una serie de ejercicios que son recomendables para que nuestro bebe se valla desarrollando como es el caso de enseñarlo a vestirse y desvestirse por ello mismos. Utilizar juegos de bloques ayudándolo a construir casas, puentes y caminos diferenciando los colores y que él bebe las vallas repitiendo con el mayor.
Otra forma es estimularlo para que se incorpore a las actividades de la vida cotidiana como es recoger sus juguetes, sus zapatos y hasta sus ropas. Estas actividades parecerán inauditas pero si se aplican se podrá ir viendo adelantos en el aprendizaje del pequeño. Otro elemento fundamental es la hora del baño, en esta actividad se puede aprovechar y comenzar a enseñarle como lavarse por el solo.
Mostrarle objetos de diferentes tamaños y hacerles preguntas como ¿cuál es más grande? Ayuda a que él bebe aprenda a identificar la magnitud y el tamaño de las cosas. También se pueden agregar actividades más movidas como saltas, bailar y correr, de manera que no se sienta presionado y se mantenga realizando sus actividades.
Con el desarrollo de estas actividades se verán varios progresos en el comportamiento de niño, como es lograr usar sus juguetes sin pedir ayuda, logran posturas en su cuerpo sin dificultades, controlan varias formas de desplazamiento. El juego con otros niños lo hace más divertido, o séalo disfrutan más. Se logra vestir y desvestir independientemente, cepilla sus dientes, reconoce los colores y algunas figuras. Además en algunos casos puede hasta que exploren los elementos naturales del entorno.
Todos estos logros los pueden alcanzar mediante la realización de las actividades antes señaladas, pero no quiere decir que el adulto se desentienda del pequeño, siempre es importante prestarle una debida atención a todo lo que hacen y si es necesario ayudarles y guiarles en todo lo que necesiten. Mantener una consolidación de lo que ya han aprendido es una buena forma para ir incorporando nuevas actividades.
Es aconsejable no mantener al niño alejado de los otros, la comunicación con sus semejantes se hace cada vez más imperiosa para su desarrollo. Llevarlos a guarderías donde estén presentes especialistas y guías de círculos infantiles sería la mejor opción para él bebe.
