El único retrato de Iván el Terrible
El único retrato de vida fiable del zar Iván IV, conocido como Iván El Terrible, ha sido reconstruido por científicos rusos usando tecnologías especiales.
Iván IV Vasílievich, más conocido a nivel internacional como Iván el Terrible fue el primero en llevar el título de zar en Rusia y es considerado como uno de los creadores del estado en ese país, figura simbólica de cuyo físico no se tenía conocimiento exacto hasta ahora y de la que se habían podido recuperar algunos rostros a partir de la estructura ósea de los cráneos de los gobernantes, como en el caso de las reconstrucciones realizadas por el antropólogo soviético Mijaíl Mijaílovich Guérasimov.
Pero ahora, científicos rusos han podido lograr lo impensable y recuperar uno de los rostros más afamados de la historia a partir de la única imagen fiable del zar, realizada según la técnica del grabado en cobre; estampada en la parte superior de la primera copia del primer libro impreso ruso, Apóstol, de Iván Fiódorov en 1564.
Reconocido por su largo reinado, que vio la conquista de innumerables territorios de la antigua Eurasia como Kanatos de Kazan, Astracán, y Siberia y la transformación de Rusia en un Estado multiétnico que abarca casi mil millones de hectáreas, aparece junto con el águila bicéfala bizantina, el escudo de nuevos gobernantes rusos y futuro escudo nacional en dicho marco, cuyo relieve con los años,ha desaparecido casi por completo, pues ya en el siglo XIX ya era prácticamente imposible discernirlo.
Los investigadores del Instituto, utilizando la tecnología de lectura de imágenes multiespectral, han podido restablecer el retrato de tan polémico personaje, odiado y temido por unos y alabado por otros, debido a que cambió la historia rusa con métodos poco aceptables, pero que lograron que su legado político y social persista en la estructura del gobierno nacional rusa de hoy en día. Las imágenes digitales resultantes, en diferentes longitudes de ondas y bajo distintos ángulos de iluminación, fueron posteriormente procesadas.
El autor del retrato de una figura de leyenda que inspiró cambios en Rusia que han llegado a la actualidad y que, no obstante, llevó al fin de la dinastía Rúrika y del dominio Moscovita, sigue siendo un misterio en la actualidad aunque expertos aseguran que fue obra del único pintor ruso conocido por los científicos que dominaba la técnica occidental del grabado en cobre: Feodosiy Izógraf, hijo del famoso pintor Dionisio.
Sin embargo, hasta la recuperación del relieve en cobre y posterior transformación, los logros más audaces se deben a Guerásimov, quien desarrolló la primera técnica de escultura forense basada en hallazgos antropológicos, arqueológicos y paleontológicos, además, estudió cabezas óseas y reconstruyó los rostros de más de doscientas personas, incluidos el gobernante ruso Yaroslav I el Sabio, el propio zar Iván el Terrible.
En estos días el famoso retrato recién recuperado del zar está expuesto en el Museo Estatal de Historia en la 19.ª edición de la Feria Internacional de Museos Intermuseum 2017 de Moscú, capital rusa, que se inauguró el pasado 25 de mayo y concluirá el próximo día 29.
El descubrimiento ha generado gran cantidad de opiniones divididas en la audiencia mundial, pues la fama sin precedentes del líder tanto por sus maneras barbáricas como por su legado histórico duradero, todavía es grande en la actualidad. Iván impulsó la relación con Europa, especialmente a través del comercio y permitió la penetración de los ideales europeos a través de la frontera. Su mandato no solo consolidó la posición del zar en Rusia, sino que también creó una estructura de gobierno centralizado con ramificaciones que se extienden a los gobiernos locales similar al modo de gobierno en muchos países en la actualidad. Es por ello que podrá ser recordado a partir de ahora mediante una imagen que lo caracteriza físicamente.