El volcán Bogolsof pone a Alaska en alerta
El volcán alaskeño Bogoslof, ubicado en las islas Alucian, estalló el pasado domingo a las 2:16 p.m. La erupción mandó una nube de cenizas que alcanzó más de 35,000 pies de altura, pudiendo haber llegado posiblemente hasta 45,000. Imágenes de satélite tomadas por los científicos del Centro de Observación de Volcanes (COV) de Alaska –unos 14 minutos después de iniciado el incidente- mostraron una nube entre blanco y gris en forma de hongo sobre el volcán. Se estima que la erupción haya durado 55 minutos. Según los científicos del área, después de transcurrido estos, no expulsó más cenizas, y la actividad sísmica se mantiene baja.
Este volcán es uno de los más activos en Alaska con un historial de erupciones bastante extenso y reciente, dado que su última erupción ocurrió en 1992. Con este incidente, ya son dos en menos de 1 año en el arco de las islas Alucian. Un volcán vecino, el Pavlof, había estallado también, pero el pasado 27 de marzo del 2016, enviando -casi de la misma forma- una nube de ceniza volcánica hacia el aire. Ambos hechos impulsaron a los científicos a estudiar las características de la zona y los posibles cambios a lo interno que esté experimentando.
Cabe también resaltar que esta vez la erupción fue más intensa, en el sentido que desencadenó la más alta alerta, de color “Rojo”, en la historia de la aviación local. El sentido de tal alerta se relaciona con los efectos de las cenizas volcánicas para los aviones. Más allá de dificultar la visibilidad, dificulta también el funcionamiento de los motores. Como bien explicó el Centro de Investigación Geológica de los Estados Unidos, en declaraciones a CNN, la ceniza volcánica y los aviones no pueden mezclarse, ya que la primera es muy brusca y derrite los motores al someterlos a altas temperaturas. En tal sentido, las principales aerolíneas afectadas son aquellas que realizan vuelos entre América del Norte y Asia a través del paso concurrido de Bogoslaf.
No obstante, la situación está estable. Es por ello que las autoridades alaskeñas –lideradas por los científicos en el observatori- han decidido bajar la alerta de aviación a “Observación” y el color a “Naranja”. Se estima que a pesar de que puedan ocurrir nuevas emisiones de cenizas, el volumen que pueden alcanzar no será significativo y no debe afectar las actividades regulares de la zona.
Esta es sin lugar a dudas una buena noticia para las aerolíneas que tienen todavía muy fresco el incidente de la erupción del volcán Eyjafjallajokul, en Islandia, en el 2010, que causó la cancelación de miles de vuelos a lo largo de 6 días.
Sin embargo, no es momento de cantar victoria, ya que el volcán Bogoslof sigue en un alto nivel de alerta y su condición todavía es impredecible. Las autoridades del COV siguen monitoreando de cerca la conclusión de la situación, sin excluir la posibilidad de nuevas explosiones de cenizas que también pudieran alcanzar grandes alturas. Actualmente se mantiene una nube de cenizas a bajas alturas, la cual está causando daño a las zonas aledañas al volcán.