Julián Gil está seguro, no ama más a Marjorie de Sousa
El actor argentino Julián Gil declaró recientemente que siente “cariño” por la madre de su hijo Matías, la actriz venezolana Marjorie de Sousa, pero que ya “no siente amor”. En un nuevo capítulo del culebrón que ambos protagonizan en torno a su divorcio y la batalla legal por cómo resolver la custodia del pequeño, Gil se mostró seguro ante un gran número de reporteros de ya no amar a la sudamericana. Con tono firme se manifestó en la Corte ante la prensa, una vez hubo terminado el trámite judicial para el que fue citado. No obstante, el que se ame el uno al otro o no, no es lo más importante desde la perspectiva de los medios centrados en el mundo del espectáculo y la prensa del corazón.
Lo que seguramente más quieren saber los medios y sus lectores, oyentes o televidentes, es si Julián y Marjorie lograrán llegar a un acuerdo sobre la pensión del primero para su hijo, la división de bienes y la modalidad de custodia que establecerán. No obstante, este lunes hubo que contentarse con el tema sobre el que más habló el argentino, que fueron precisamente los sentimientos que aún le despierta su ex y madre de su pequeño. “No, no siento amor, la quiero como madre de mi hijo, ya no siento amor”, declaró Julián ante la interrogante de si aún estaba enamorado de la venezolana.
Además de esto, se pronunció en torno a la desestimación judicial de la mayoría de las acusaciones formuladas en su contra por la abogada de Marjorie, Alma Peña. Es algo que le satisface mucho, dijo, al tiempo que reconoció que fue su propia expareja quien negó ante el juez haber sido víctima de violencia física por parte de él, así como haberlo visto consumir drogas. De acuerdo con el argentino, que por cuestiones de trabajo pospuso su siguiente visita a la Corte hasta el venidero mes de agosto, el mismo en que podrá ver nuevamente a Matías, no se pudieron presentar “pruebas contundentes” de todo lo que se le acusó, “simplemente porque no existen”. Asimismo, ratificó que espera que las consideraciones del magistrado en torno a las exigencias de su ex sean lógicas y racionales, y que todo lo que se resuelva le permita ser el buen padre que ha sido para el resto de sus hijos.