La afantasía existe y es la incapacidad de imaginar
Se descubrió hace muy poco, en el año 2005. Los científicos aún no saben cómo tratarla y se especula que una de cada 50 personas pueda padecerla. Es la afantasía o incapacidad para imaginar. Pero, ¿imaginar qué? Pues imaginar todo. Desde un campo florido, con fragancia de hierba húmeda, brisa suave y cielo azul; o quizás una mañana de playa, con el aroma a salitre, y la sensación de las olas que golpean nuestros pies. Para quienes hayan tenido esta vivencia es muy fácil recordarla. Sin embargo, las personas que sufren afantasía no pueden siquiera imaginarse un triángulo, círculo o rectángulo en su mente, aun cuando lo hayan acabado de ver.
Sin resultados demasiado concretos aún la ciencia se afana por entender el fenómeno. La visualización de personas y sucesos en nuestra mente, se considera sea el resultado de una red en nuestro cerebro donde distintas áreas trabajan juntas para generar imágenes basadas en recuerdos. La mejor respuesta a la afantasía hasta el momento es que los vínculos entre estas áreas se interrumpen, quizás causado por algún daño cerebral. Pero la afantasía es más que conclusiones científicas, tiene también su parte dolorosa. Las personas que la padecen suelen sentirse solos, extraños, ni siquiera pueden recordar el rostro de personas queridas por ellos que hayan fallecido; o importantes eventos, como el día de su boda o su graduación.
Muchas personalidades importantes la han sufrido, y han descrito sus experiencias. Por ejemplo Blake Ross, co-creador de Mozilla y director de producto en Facebook hasta el año 2013 tiene afantasía.
“Si me pides que imagine una playa, le daré vueltas al concepto de playa. Sé que hay arena, que hay agua, sol y, tal vez, un socorrista. Sé datos relacionados con las playas pero no soy capaz de rememorar una que haya visitado porque no guardo ninguna experiencia sensorial relacionada con ellas, ya sea visual, auditiva, emocional o de cualquier otro tipo. No tengo la capacidad de crear una imagen de una playa ni cerrando los ojos, ni leyendo un libro, ni concentrándome con fuerza durante horas. Ni siquiera si estoy en frente de una playa”, dijo en una entrevista a la Revista Playground.
Sin embargo, nadie dudaría de la capacidad creativa de este hombre que tiempo después se dedicó a escribir guiones para series. Y es que los afantasiosos sí tienen memoria, y una capacidad especial para describir situaciones, personas, y lugares a través de palabras y conceptos, aún cuando sean incapaces de visualizarlas. La afantasía no es una limitación, más bien una forma diferente de vivir.