La discriminación por sexo y género en España se eleva un 70%
Los delitos de discriminación por sexo y género en España subieron el año pasado un 70,8% a pesar de que el total de delitos de odio que registraron las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y de las autonomías descendió un 4,2% respecto 2015 hasta las 1.270 denuncias. Así lo explicó este jueves el ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido en la rueda de prensa en la que se presentó el cuarto informe sobre incidentes relacionados con delitos de odio en la nación ibérica. Correspondiente a 2016, el documento refleja que la mayor parte de los ocho tipos de incidentes que se engloban en la categoría de delitos de odio han disminuido en el país.
Ejemplo de ello son los hechos relacionados con el antisemitismo, el racismo y la xenofobia, la aporofobia o ataques a los indigentes, las creencias religiosas o la discriminación por ideología, todos los cuales disminuyeron porcentualmente en valores de dos dígitos; 22,2 %, 17,6 %, 41,2 %, 32,9 % y 15,9 por ciento, respectivamente. Sin embargo, los incidentes relacionados con la discriminación por género o sexo ascendieron en más de un 70 por ciento, al registrarse en 2016 unas 41 denuncias, 17 más que en 2015. En opinión del ministro, el abrumador ascenso se debe mayormente a la reforma del Código Penal de 2015, que tipificó hechos de este tipo como delitos de odio, de forma que solo se computan como tal desde mediados de ese año. Por ello, la estadística no es del todo objetiva en el reflejo del comportamiento de la discriminación por sexo y género de un año a otro.
Según destacó Zoido en la rueda de prensa, el Ministerio del Interior ha instrumentado una encuesta para las víctimas de delitos de odio, con el objetivo de conseguir “una radiografía lo más exhaustiva posible de todas las conductas discriminatorias que tienen lugar en la sociedad”. Dicho instrumento podrá ser cumplimentado vía web hasta el venidero septiembre y se corresponde plenamente con los esfuerzos de España por continuar avanzando en la denuncia y persecución de los delitos de odio, los cuales, una vez denunciados, son resueltos en su mayoría, afirmó el ministro.
