La multa más grande de la historia de la UE ha sido a Google
Las multas es uno de los instrumentos que tienen las autoridades para hacer cumplir la legalidad. Sin embargo, estas cuando de megaempresas se trata pueden tener efectos comprometedores, los cuales pueden dañar la imagen de las corporaciones o los gobiernos implicados en el asunto. Es precisamente esta la causa de la multa más grande que se ha impuesto a una sola empresa por violar las normas de competencia en la Unión Europea. El monto de la sanción es de 2.420 millones de euros y ha llamado la atención de la opinión pública. Sus consecuencias están por determinarse, pero el jucio de apelación prometido por el afectado no permite ver el fin del problema cercano.
Las megaempresas o transnacionales, como se le denominan comúnmente, son muy conocidas por las grandes porciones del mercado que manejan y la influencia que ejercen sobre todos los aspectos de la vida de las naciones donde operan, dígase en el ámbito económico, político, educacional y social, por solo mencionar algunos. Google es el gigante norteamericano de la Internet, es el buscador más usado alrededor del mundo y sus servicios son casi parte inseparable de la vida de las personas. Debido a su gran poder e influencia muchos aseguran que un día sin Google es un día perdido. Pero varias veces las prácticas empleadas por estas empresas no son las más correctas y pasan por encima de quien sea y lo que sea para garantizarse una mejor posición. Lo cual es condenado ampliamente en la esfera del comercio.
Es precisamente esta la causa de la multa más grande que se ha impuesto a una sola empresa por violar las normas de competencia en la Unión Europea. El monto de la sanción es de 2.420 millones de euros y ha llamado la atención de la opinión pública. La gran compañía es acusada de utilizar su posición dominante en el mercado comunitario para beneficiarse. Es decir, Google tiene un cuasimonopolio en cuanto a buscadores online se refiere, pues controla casi el 90% de este mercado en la mayoría de los países. Por tanto, es fácil colocar dentro de los primeros resultados de búsqueda sus propios servicios. En esta oportunidad la prueba utilizada en su contra es una herramienta de comparación de precios. Ante la multa, el gigante ha anunciado que apelará le decisión adoptada por las autoridades europeas.
Del hecho se desprenden varios temas de interés, uno siendo que esto es la prueba del gran poder que ostentan empresas como Google, Facebook y otras sobre la información. Al respecto sería oportuno cuestionarnos a cada momento los resultados de nuestras búsquedas y tratar de ir más allá de las primeras opciones, contrastar con la opinión de otros colegas o guiarnos por las recomendaciones de las personas en nuestro entorno o en foros de debate online. Sin embargo, está clarísimo que, ante tales prácticas y el nivel de dependencia antes mencionado, la mayoría de los usuarios están indefensos, pues la falta de tiempo y la necesidad de resultados inmediatos atentan contra las medidas de seguridad anteriores.
El otro gran tema de debate es una determinada política discriminatoria contras las empresas norteamericanas. Ya la Unión Europea ha multado a otros grandes como Apple (evasión fiscal), Microsoft, Amazon y McDonald’s; por ello varios analistas piensan se trata de una política proteccionistas camuflada. Sin embargo, esto no parece sostenerse, pues otro grupo grande de empresas del país norteño ha escrito una carta en la que se oponen a dicho criterio. Por supuesto, no es difícil imaginar que la filantropía de la declaración colectiva no es más que una estrategia para ganar facilidades y ocupar los mercados que los multados dejen.
De cualquier forma, Google adelantó que apelará a la decisión, lo cual sumirá a ambas partes en un proceso de nunca acabar y si en algún momento llegase a hacerse efectivo el pago, seguros pueden estar que será por una cifra mucho menor.
El hecho tiene un impacto de alerta para el resto de las empresas que operan en la UE pues, aunque bien sabido es que muchas disponen de estas prácticas, la dimensión del castigo es para pensárselo dos veces antes de violar la legislación pues no son todos, los que cuentan con los recursos para financiar un litigio contra un órgano europeo. Al mismo tiempo, puede significar una reducción de las actividades de algunos actores económicos en la zona. En cuanto a lo último, no parece que vaya más allá de algo simbólico, pues la multa solo representa una ínfima parte de las utilidades de la empresa y nada de hecho, comparado con el valor en la bolsa.