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viernes, 30 de junio de 2017

Los descuidos en la protección de la Gran Barrera pasan factura

Por Elizabeth Almeida

La Gran Barrera de Coral es conocida internacionalmente por ser el mayor sistema de arrecifes de coral del orbe con una longitud que supera incluso a Italia. La gran Barrera es uno de los ecosistemas con más biodiversidad del planeta y alberga millones de ejemplares de distintas especies marinas, algunas de las cuales son exclusivas de esta zona y no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. En los últimos años, el arrecife, declarado Patrimonio Mundial, ha sufrido numerosos fenómenos de blanqueamiento causados por la muerte de los organismos que viven dentro de los corales y que están provocados por cambios ambientales, como el aumento de la temperatura y la contaminación del hombre.

¿Sería posible ponerle precio a una parte de nuestro planeta? Sin duda, sí y eso lo demuestran la compra y venta de islas, bosques, tierras y animales y plantas. Pues la última noticia es que todo un ecosistema tiene precio, pero no precisamente para su incursión en el mercado, sino para que los humanos comiencen a entender la necesidad de aumentar las medidas para su preservación y cuidado luego de años de maltratos y explotación de la misma. La Gran Barrera de Coral australiana, un gran sistema de arrecifes de coral situado ante la costa de Queensland, ha sido valorada en unos 56 mil millones de dólares australianos lo que equivale a unos 42 mil millones de dólares o 37 mil millones de euros.

 El documento que devela estas importantes sumas,  hace hincapié en las enormes consecuencias económicas que su destrucción tendría para Australia. Para hacer entender de manera directa sobre la necesidad de preservar este inmenso ecosistema marino, Steve Sargent,  director de la Fundación de la Gran Barrera de Coral declaró de manera contundente que el arrecife vale incluso más que 12 óperas de Sidney. Los analistas de Deloitte Access Economics calcularon por primera vez el valor monetario total de la Gran Barrera y para el resultado final incluyeron su valor económico, social y como marca.

 El turismo, uno de las ramas más vinculada a la barrera,  es el principal aspecto que le atribuye su elevado valor económico con casi 29 millones de dólares australianos. El informe señala que la Gran Barrera de Coral contribuyó con 6400 millones de dólares australianos a la economía del país entre los años 2015 y 2016 y que generó más de 64 mil puestos de trabajo de jornada completa en todo el país, 33 mil sólo en el estado de Queensland. El número de puestos de trabajo que crea hace que la Gran Barrera sea denominada un empresario más grande que muchas conocidas compañías australianas, entre ellas Qantas Airlines.

 La Gran Barrera de Coral es conocida internacionalmente por ser el mayor sistema de arrecifes de coral del orbe con una longitud que supera incluso a Italia. La gran Barrera es uno de los ecosistemas con más biodiversidad del planeta y alberga millones de ejemplares de distintas especies marinas, algunas de las cuales son exclusivas de esta zona y no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. En los últimos años, el arrecife, declarado Patrimonio Mundial, ha sufrido numerosos fenómenos de blanqueamiento causados por la muerte de los organismos que viven dentro de los corales y que están provocados por cambios ambientales, como el aumento de la temperatura y la contaminación del hombre.

 Los científicos han estudiado y clasificado hasta este momento un total de 1800 especies de animales acuáticos, 125 de tiburones y más de 5000 tipos de moluscos además de los protagonistas de la zona: unas 400 especies de corales. La pesca indiscriminada y la reproducción descontrolada de algunas especies como la estrella corona de espinas han puesto en problemas la biodiversidad de la zona e incluso han logrado la desaparición casi completa de algunas especies exclusivas del sitio marino.

El pasado año 2016 quedó registrado como el peor en la historia para ese ecosistema marino pues se reveló que alrededor de unos 700 kilómetros de barrera habían visto afectado el 67% de sus corales en un plazo de solo nueve meses. Desde aquel momento los científicos alertan que el 93% de la barrera se encuentra expuesta al blanqueamiento de los corales y se pronostica que, si se toman las medidas pertinentes para reducir el calentamiento de las aguas y la contaminación en la zona, en un plazo de 10 a 15 años el famoso ecosistema podría reponer su gran pérdida de corales.