Moix asegura haber declarado a Hacienda su sociedad en Panamá
Manuel Moix, quien desde hace tres meses ocupa el puesto de fiscal jefe de Anticorrupción, asegura haber declarado a Hacienda el 25% que posee de una sociedad en Panamá. Moix asegura que supo de su existencia cuando murió su padre y que tanto sus hermanos como él regularizaron la situación en cuento la conocieron. Sobre el por qué su padre tenía esta sociedad, llamada “Duchesse Finalcial Overseas”, afirma no tener idea alguna y que desde hace años han tratado de disolverla pero el alto coste, que cifra entre 90.000 y 100.000 euros, se lo ha impedido.
“Duchesse Finalcial Overseas” es el nombre de la sociedad ubicada en Panamá que poseía el padre del fiscal jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, desde diciembre de 1987. El origen y el porqué de esta compañía constituida en el paraíso fiscal es algo que Moix asegura desconocer. El fiscal jefe, dueño del 25% de la misma desde el fallecimiento de su padre, hace seis años atrás, afirma que ni él ni sus tres hermanos tenían conocimiento alguno de la existencia de dicha sociedad hasta que recibieron la herencia. “Duchesse Finalcial Overseas” es la propietaria del chalé en el que residieron los padres de Moix. Ubicada en Collado Villaba (Madrid), la casa fue la herencia que recibieron de sus progenitores. Asegura que al conocer que el chalet pertenecía a dicha sociedad lo primero que hicieron fue regularizar la situación.
“La declaramos en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones de 2012”, ha dicho el fiscal jefe quien no duda en alegar que puso en conocimiento de Hacienda la existencia de la sociedad y del inmueble, valorado en 900.000 euros. Moix defiende que los otros 20 años anteriores en los que “Duchesse Finalcial Overseas” había sido ocultada a la Hacienda española eran problema de su padre y no suyo pues ni sabía de la existencia de la misma.
Por esos años, cuando fallece su padre y reciben la herencia, Moix era jefe de la Fiscalía de Madrid cuando consideró que la sociedad estaba inactiva y no la consideró como un problema a pesar de que sí la declaró a la Hacienda pública, detalle en el que ha insistido. Así mismo, asegura que tanto su intención como la de sus hermanos ha sido disolver esta sociedad pero que el alto precio de dicha disolución les llevó a poner el chalet en venta, aunque a día de hoy todavía sigue sin venderse, para conseguir financiación. “En la disolución hay que pagar impuestos por el valor de la casa, declarado en 900.000 euros, el Impuesto de Plusvalía y el Impuesto de Transmisiones.”, dice el fiscal jefe que cifra entre 90.000 y 100.000 euros el precio para la disolución.
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