Surcorea encierra en el armario a los militares
Varias asociaciones de los derechos humanos dentro y fuera del país se han manifestado en contra de esta situación de manera vehemente, llegando incluso a levantar una denuncia, pues los altos mandos de las filas militares utilizaban aplicaciones móviles de citas para hombres gays con el objetivo de atrapar a los sospechosos. Por su parte, Rossean Rife, director de Amnistía Internacional de Asia Oriental solicitó mediante un comunicado anular definitivamente la condena y la describió como una “indignante cacería militar homosexual”. La investigación para atrapar a homosexuales en las filas del ejército surcoreano comenzó este año luego de que fuera revelado un vídeo en las redes sociales que mostraba a dos soldados teniendo relaciones sexuales. Amnistía pidió explícitamente al gobierno coreano revocar su provisión arcaica y discriminatoria en el código militar, y criticó duramente a la administración del país por su lentitud en la protección de los derechos de las minorías sexuales de la nación.
La homosexualidad se ha vuelto un estigma dentro de las filas del ejército surcoreano. Varios soldados de las fuerzas armadas han desvelado que, durante estos últimos meses, coincidiendo con el cambio de gobierno en la nación, se ha desatado una persecución implacable contra los soldados gays o bisexuales, que han sido humillados de manera pública.
A pesar de la visión occidental sobre los países asiáticos, promovida por los productos culturales provenientes de naciones como Japón, Taiwán o la propia Corea del Sur, los hombres asiáticos poseen cánones de masculinidad diferentes a los del resto del mundo. Por una parte poseen fuertes características que favorecen la imagen andrógina como el pelo largo en ocasiones, teñido de varios colores, con cortes atrevidos y llamativos; sus rostros tienden a ser más finos sin los rasgos duros de los occidentales y a eso se suma el sumo cuidado que ponen en su imagen y en su gestualidad ya que pueden gastar incluso más que algunas mujeres en maquillajes y accesorios de belleza.
A pesar de que en Corea del Sur la homosexualidad no es ilegal, si lo es en el seno del Ejército, pues el artículo 92-6 del código penal militar hace referencia a las relaciones entre personas del mismo sexo entre los soldados como una «conducta vergonzosa» similar al abuso sexual con penas de hasta 2 años de prisión. Hasta el momento, más de una treintena de soldados han sido acusados por conductas homosexuales e incluso han llegado a condenar a algunos a 6 meses de prisión suspendida. Uno de los acusados relató que fue sometido a un interrogatorio que fue humillante y vergonzoso y en el que le trataron como un criminal.
La gran contradicción del país radica precisamente en que, aunque la homosexualidad está despenalizada legalmente, el servicio militar para los ciudadanos varones es obligatorio durante 21 meses por lo que todos deben de pasar en algún momento por las filas del ejército. Muchos achacan el recrudecimiento de estas medidas discriminatorias al nuevo gobierno del presidente Moon Jae-in quien durante su campaña se pronunció en contra de la comunidad LGBTI del país.
Los partidos políticos de Corea del Sur tienden a evitar abordar formalmente las cuestiones de derechos LGBTI, al igual que la mayoría de los políticos elegidos. Una excepción importante sería el Partido Laborista Democrático. Este partido, establecido en enero de 2000, es el tercer más grande en Corea del Sur y tiene un panel político conocido como el Comité de Minorías Sexuales que aboga por el reconocimiento y la representación política de las minorías sexuales. Su agenda declarada incluye una campaña contra la homofóbia y la discriminación basada en las preferencias sexuales, la igualdad de derechos para las minorías sexuales, así como la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. En su campaña de candidatura para las elecciones parlamentarias de Corea del Sur de 2004, el Partido Laborista Democrático prometió la abolición de todas las desigualdades contra las minorías sexuales y ganó un récord de 10 escaños en la Asamblea Nacional.
