Trump encuentra un Washington revuelto
Después de una gira controvertida por varios destinos en el orbe, Donald Trump tendrá que enfrentar nuevos conflictos en su propia casa. No es sorpresa para nadie que el presidente sea muy poco popular en los Estados Unidos. Sus continuas acciones desmedidas y declaraciones conflictivas en los últimos días le generaron una recibida poco amable en Washington al finalizar su gira de nueve días en el extranjero. A su llegada, Trump tiene que enfrentarse a una situación política interna compleja mediada principalmente por las audiencias sobre Rusia y, en menor medida, por su política acerca del seguro médico.
Todavía es muy temprano para afirmar que fue un movimiento político incorrecto el realizado por Trump al salir por primera vez en gira oficial. No es menos cierto que en este periodo de tiempo realizó diversas acciones con mayor y menor envergadura. Cabría recordar que firmó un multimillonario acuerdo de venta de armas con Arabia Saudita, intentó restablecer el proceso de paz entre Israel y Palestina, al realizar sendas visitas oficiales; conoció por primera vez al Papa Francisco; se reunió con marines americanos en una base militar en Sicilia donde ratificó su visión de crecimiento económico para los EE. UU. y sus deseos de no escatimar recursos en la lucha contra el terrorismo; y finalmente se encontró con los líderes europeos en el marco de una Reunión de la OTAN donde dejó clara su postura frente a la Unión Europea.
No obstante, en los EE. UU. la situación estaba ya candente antes de su partida, en especial por los temas relacionados con Rusia. Hasta la fecha, el Partido Demócrata sigue presionando en el Comité de Inteligencia del Senado para cuestionar a todos los funcionarios de la administración de Trump con vínculos “potenciales” con Rusia. Además, pero en menor medida, Trump tiene que lidiar con un Congreso más volátil en lo referente a sus planes para el seguro médico, las reformas de impuestos y los recortes de presupuesto, aunque todavía no ha realizado declaraciones con respecto a dichos problemas.
Hasta la fecha, las declaraciones de la Casa Blanca siguen siendo escasas y escuetas en lo referente a Rusia. Se sigue negando cualquier tipo de vínculo y el mismo Trump se refirió a las investigaciones por parte del Senado y el FBI como una “cacería de brujas”. Cacería o no, se está cerca de demostrar que el yerno y asesor especial de Trump, Jared Kushner, negoció con el embajador ruso ante los Estados Unidos para establecer un canal secreto con el Kremlin. Trump ha enfrentado la situación a través de su cuenta en Twitter cuestionando con una tormenta de tuits, la veracidad de esas acusaciones y, de la misma forma, culpa a importantes medios de fabricar noticias falsas.
No es menos cierto que, actualmente, el balance de su viaje al extranjero se está inclinando hacia el lado incorrecto. La situación política en Washington se sigue intensificando y las confusas alianzas y vínculos de Trump con Rusia están causándole más problemas que resultados. Ahora más que nunca, se le exige que estabilice la Casa Blanca si desea terminar su mandato presidencial. A pesar de esto, el fin de la situación no está al doblar de la esquina y cada vez sus actuaciones tienen mayor repercusión.