Un nuevo descubrimiento en Marte desconcierta la ciencia
La astrogeologia está frente a un nuevo enigma. Es el Orcus Patera, un cráter en forma de ballena situado en las inmediaciones del ecuador del planeta Marte, el que desconcierta ahora a la ciencia. Investigaciones previas ya lo habían descubierto, pero la nueva mirada del de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) Mars Express, muestra la rara depresión con una claridad sin precedentes. El principal enigma rodea su génesis, no se explica como pudo aparecer allí, con tales proporciones. Como casi todo suceso relacionado con el espacio se especula ya sobre un posible rastro de vida en Marte.
Y es que Orcas tiene dimensiones impresionantes: 380 por 140 kilómetros, con un borde que se eleva hasta 1.800 metros sobre la llanura, mientras su fondo alcanza los 400 y 600 metros por debajo del terreno. Las hipótesis sobre su surgimiento son varias. Algunos apuestan por el vulcanismo, de hecho, el apellido Patera, se emplea para cráteres de origen volcánico. Sin embargo, otros postulados alegan que grandes rocas espaciales, asteroides o cometas, pudieron haber impactado en la superficie del Planeta rojo y ocasionar el agujero. Pero surge una prerrogativa entonces. De ser así, sus formas originales habrían sido redondas y, posteriormente, se habrían deformado por fuerzas de compresión.
Hasta el momento, la más certera de las teorías parece ser la que sostiene que fue creado por un impacto oblicuo, cuando un pequeño cuerpo golpeó la superficie en un ángulo muy poco profundo. El cráter sin embargo, muestra similitudes con la geografía del resto del planeta. Marcas de las fuerzas tectónicas, crestas sinuosas, arrugas y otros fenómenos geológicos. Pero lo más llamativo del Orcas Patera es que según los astrónomos, en esa depresión pudo albergarse una antigua laguna, lo que constataría a su vez, que en algún momento, hace más de 4 millones de años, existió vida en el planeta caliente.
Marte es el cuarto planeta en orden de distancia al Sol y el segundo más pequeño del sistema solar, después de Mercurio. Recibió su nombre en homenaje al Dios de la guerra de la mitología romana. Investigaciones en curso evalúan su habitalibilidad potencial en el pasado, así como la posibilidad de existencia de vida. Se planean futuras investigaciones astrobiológicas, entre ellas la Mars 2020 de la NASA y la ExoMars de la ESA.