Un Rafa de 10
El tenista español ha hecho historia en Roland Garros alzándose con su décima Copa de los Mosqueteros. El de Manacor se desplomó sobre la arena parisina tras vencer al suizo Stan Wawrinka por 6-2, 6-3 y 6-1 en un encuentro que duró más de dos horas. Nadal se sitúa así como número dos del mundo en el ránking de la ATP y alarga aún más su leyenda en suelo francés. Su tío y entrenados, Toni Nadal, fue el encargado de hacerle entrega de su décima copa de Roland Garros que llega “después de mucho trabajo y de superar momentos duros”.
¿Qué es Roland Garros sin Rafa Nadal? Es la gran pregunta que a estas horas deben de estar haciéndose muchos de los amantes del tenis. Y es que para ellos, la cita de ayer en París fue la confirmación de la hegemonía de un Dios sobre su tierra. El dueño y señor estaba de nuevo donde a él le gusta estar. Rafa Nadal se siente casi más cómodo sobre las pistas de Roland Garros que sobre las playas de su Mallorca natal. Y es que Rafa vive y revive en el torneo francés. Muestra de ello fue su décima victoria conseguida ayer.
En 2015 su desgaste físico y mental tras tantos años rindiendo al máximo nivel deportivo le dejó lejos de alcanzar la Copa de los Mosqueteros. En 2016 una lesión de muñeca se lo impedía. Pero este año ni lesiones ni desgastes. Rafa se había preparado para reconquistar sus tierras y nadie iba a pararle. Ni un solo set ha cedido el tenista mallorquín en esta edición de Roland Garros con la que consigue hacerse con su 15º Grand Slam tras un encuentro en el que se deshizo del suizo Stan Wawrinka en 2 horas y 5 minutos.
La tierra batida es suya y así lo demuestran los 53 premios que ya ha conseguido sobre ella. El actual número dos del mundo salió a por todas y el de Lausana fue su víctima. 6-2, 6-3 y 6-1 fue el resultado final del encuentro en el que el de Manacor consiguió el aplauso de su rival así como su desesperación haciéndole perder los nervios y estampar su raqueta contra el suelo.
El himno español volvió a sonar en París ante un mosaico de la organización francesa dedicado a las diez copas de Nadal y un vídeo con el que se recopiló todos sus triunfos. Nadal, emocionado, recibía la copa de las copas en el mundo del tenis de manos de su tío y entrenador Toni Nada. “Ha sido un Roland Garros perfecto, de principio a fin. Es mágico por el 10. Es un día importante que ha llegado después de mucho trabajo y de superar momentos duros”, aseguraba Nadal al final del encuentro.