Un Rajoy optimista vislumbra una España fuerte y promete bajar impuestos
El jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró recientemente más optimista que de costumbre y afirmó ver un futuro de fortaleza y solidez económica para España, que la ubicaría a la cabeza de Europa, como resultado del crecimiento sostenido que el país viene teniendo. Asimismo, gracias a esa tendencia positiva y a más corto plazo, será posible ejecutar una reducción de impuestos, lo cual el mandatario prometió que hará cuando se cumpla el déficit del tres por ciento que demanda Bruselas. La promesa y buenos augurios fueron compartidos por Rajoy en una entrevista en la revista “Valores” de KPMG, con motivo del décimo aniversario de la publicación.
Según manifestó, espera que la recuperación económica que vive el país permita también reducir de manera “progresiva” los componentes regulados de la factura eléctrica, así como alcanzar los 20 millones de trabajadores para 2020, uno de los principales objetivos de su actual período de Gobierno. Además de ese, el jefe del Partido Popular destacó como una meta más inmediata la recuperación este año de todo lo perdido con la crisis. Rajoy recordó que la meta de déficit comprometida con la UE para 2017 es del 3,1 por ciento, mientras que para el venidero año las estimaciones cifran la reducción de ese parámetro hasta el 2,2 por ciento. De cumplirse ese objetivo, lo que se conocería a principios de 2019, España saldría del procedimiento de déficit excesivo en el que está inmersa desde 2009. Así lo remarcó Rajoy, al tiempo que aseguró que ello permitiría acometer una bajada de los impuestos, uno de los principales reclamos de cualquier ciudadanía en el mundo. No obstante, el optimismo del mandatario fue a más. Pese a la impopularidad de la que gozan él y su Partido, contrario al nombre de este último, considera que el trabajo que ha venido haciendo al frente del país es bueno. No lo aseguró literalmente, pero se desprende de sus palabras sin tener que acudir a un gran ejercicio de interpretación.
Rajoy afirma que la economía española ha experimentado una “transformación sin precedentes” gracias a las reformas que su Gobierno ha instrumentado en diversos escenarios como el laboral, el financiero o el energético. Según sostuvo en la entrevista, dichas reformas han permitido que España esté en la vanguardia del crecimiento de las principales economías de la zona euro. Asimismo, harán que la nación ibérica recupere en la primera mitad de este año el PIB perdido durante la crisis, lo cual dice que se está en presencia de una economía con un crecimiento “equilibrado”. Hay “infinidad de datos que nos dicen que vamos por el buen camino y que el crecimiento es sólido”, apuntó Rajoy en la publicitada entrevista, donde además marcó como retos económicos del país la mantención del crecimiento y de las reformas que lo han posibilitado. Ciertamente, España creció en 2016 y lo hizo a mayor ritmo que la mayor parte de las economías europeas. El incremento del PIB fue de un 3,2 por ciento, pero ello resulta aún invisible para la mayor parte de los españoles. Rajoy cree, tal y como dijo en la entrevista, que dentro de 10 años España estará “a la cabeza de Europa” y será “un país de oportunidades, un país moderno y un país, como hoy, idóneo para vivir”. Más que creer todo eso, aseguró que así lo ve, pero la pregunta entonces sería, de cumplirse sus visiones, si esa España será para la mayoría de los españoles que sufren a diario las consecuencias de los recortes y las reformas, o solo para la clase política dominante y las élites económicas, que cada día que pasa dejan en evidencia cómo se han enriquecido a costa de esa mayoría.
