Adiós al Premio Nobel de la Paz chino Liu Xiaobo
Liu Xiabobo, uno de los grandes defensores de la democracia en China, disidente del gobierno y Premio Nobel de la Paz, falleció este jueves a los 61 años de edad. El gobierno de la ciudad de Shenyang dijo que el activista estaba hospitalizado por un cáncer terminal en el hígado. En el año 2009 Liu dijo que no tenía enemigos ni odio. Dos años más tarde fue encarcelado por incitar a la subversión de los poderes del Estado chino. Muchos gobiernos solicitaron la liberación de este crítico de Beijing, hecho que le costó las buenas relaciones con el Comité Noruego de la Paz, por darle la condición.
Como pocos se opuso férreamente a la administración partidista en China y la forma de gobierno. Este personaje pasó sus últimos días en el hospital universitario en Shenyang, en el noreste de China. Allí lo trasladaron cuando le detectaron el cáncer. Su esposa, la poeta Liu Xia está en arresto domiciliario desde hace siete años.
Su familia quería que él recibiera tratamiento en el extranjero pero el gobierno chino lo negó velando por la seguridad del activista que ya estaba en condiciones avanzadas de salud. Ese fue un gesto conciliador por parte de Beijing.
Liu Xiabobo es el segundo Nobel de la Paz que fallece preso. El primero fue el pacifista Carl von Ossietzky quien murió en el hospital mientras le retenía el régimen nazi en Alemania en 1938. El activista nació en 1955 cuando China estaba en el mandato de Mao Zedong, precursor de la Revolución Cultural (1966-1976) en el país asiático.
Liu estudió literatura china en la Universidad Normal de Beijing. Allí impartió clases e inició su periodo de críticas hacia el gobierno. Por ello se le prohibió dar clases en China, solo en el extranjero. Aunque tuvo oportunidades de hacer su vida en otro país eligió quedarse en su país natal para seguir con su activismo.
El documento político más atrevido de Liu fue la Carta 08, inspirado en la Carta-77 que activistas checoslovacos redactaron en el año 1977. Este era una crítica enfrentada a los chinos que le costó el título de disidente. Por ello lo detuvieron el 8 de diciembre del año 2008 y lo condenaron 11 años y lo anunciaron a finales de ese año.
La muerte de esta polémica figura genera sentimientos encontrados para sus defensores y detractores. Muchos critican el sistema político chino pero obvian los avances en muchos planos alcanzados en diversas esferas como la económica. El socialismo "a la china" ha demostrado que avanza.
