El Madrid pierde pólvora sin Morata
Álvaro Morata, el delantero que parecía tener la llave para el movimiento de todos los nueves disponibles en el mercado, jugará en el Chelsea las próximas cinco temporadas. Con el fichaje del ariete, se cierra uno de los culebrones más extendidos del verano, cuya resolución tardó en exceso, aunque finalmente el atacante vestirá la camiseta de un club ideal para su forma de juego, en el cual contará, además, con el apoyo incondicional de Antonio Conte, quien ya lo dirigió en su etapa por la Juventus. Una cifra cercana a los 80 millones de euros, con añadidos en variables, pagará la entidad londinense al Madrid por Morata, a todas luces un monto superior al que ofreció el Manchester United el mes pasado.
Tras confirmarse la salida de Morata, el entrenador Zinedine Zidane y la alta cúpula de la entidad merengue podrán dilucidar más claramente su plan de cara a la próxima temporada, en la cual no contarán con ningún delantero de relevancia internacional para suplir a Benzema. A priori, los blancos, que también vendieron al dominicano Mariano, no ficharán a ningún ariete, por lo que recaerá sobre el canterano Borja Mayoral el peso de salir al rescate cuando “El Gato” no pueda jugar. Además, en Madrid se tienen plena confianza en el poder goleador y eficiencia ofensiva de sus mediocampistas atacantes, como Asensio, Isco o Lucas Vázquez.
Precisamente, el hecho de tener una medular de ensueño con esas tres piezas más Modric, Gareth Bale, Kroos y Dani Ceballos, todos con determinada proyección ofensiva o facilidad para la creación, le permitirá al conjunto de la capital española no preocuparse en exceso por no contar un suplente de categoría mundial en el puesto del nueve. Ahora, tal vez como nunca antes, el Madrid pueda valorar la opción de jugar con cuatro hombres en el centro del campo y dos en punta, teniendo en cuenta también que Cristiano Ronaldo ha evolucionado cada vez más a la posición de delantero centro, ya sin depender tanto de su regate en la banda. Gracias a su gran definición, habilidad para el desmarque y facilidad para rematar con ambas piernas y con la cabeza, el entorno ideal del portugués se encuentra justo en medio de los defensores oponentes.
De cualquier forma, la salida de Morata es un golpe para el universo madridista, que veía al canterano como el delantero perfecto de acuerdo a las características históricas del club. Fuerte en el área, luchador incansable, excelente en el juego de espaldas al arco, golpeo consistente y, además, español criado en la casa, como Raúl González, el ariete era el sueño idílico de la afición. Como detalle añadido, Álvaro tuvo una temporada magnífica con el Madrid, en la cual dejó el mejor promedio goleador del equipo y se erigió entre los líderes de la llamada escuadra B del plantel, esa que Zidane utilizó asiduamente para dar descanso a los habituales, incluso en partidos de notada trascendencia en el tramo final de la Liga.
Ahora Morata tendrá la oportunidad de jugar todos los días en el Chelsea, flamante campeón de la Premier League y uno de los conjuntos que luchará el año próximo por el título de la Champions, comandado por Antonio Conte. Justo el técnico italiano ha sido clave en la operación, pues el español había señalado que algún día quisiera repetir la experiencia con Conte, quien ya lo dirigió en la Juventus. El estratega ha manifestado que le agrada el juego de Álvaro, por lo que seguramente sus esquemas estarán enfocados en lograr el máximo rendimiento del atacante. De confirmarse las cifras del contrato (80 millones más cinco en variables), Morata, quien cobrará nueve millones por los próximos cinco años, se convertiría en el fichaje español más caro de la historia.
De esta forma, queda casi resuelto el puzzle de los delanteros en el mercado fuerte de Europa. Tras la negativa del Madrid de vender a Morata al Manchester United, los rojos ficharon al belga Romelu Lukaku, lo cual cambió los planes del Chelsea, donde se movieron los hilos por el ibérico. Ahora solo permanece en duda el futuro del gabonés Pierre-Emerick Aubameyang, todavía miembro del Borussia Dortmund, quien podría marchar al Milán como el rostro líder del nuevo y ambicioso proyecto rossonero. Según se ha podido saber, el Dortmund le ha dado a su ariete hasta el lunes para definir su futuro. Salvo este caso, será complicado que cualquiera de los otros grandes delanteros de Europa se mueva, aunque está pendiente la llegada de Diego Costa al Atlético de Madrid o la posible fuga de Neymar al PSG.
