Iberia exigía pruebas de embarazo a futuras azafatas
Iberia ha sido multada con razón. Resulta inverosímil que a las alturas del siglo XXI sigan ocurriendo hechos como el que recién protagoniza una de las aerolíneas españolas más antiguas, Iberia. La sanción tiene lugar debido a que a la compañía se le ha ocurrido la “brillante” idea de exigir una prueba de embarazo a las mujeres que aspiran a postularse para convertirse en azafatas. Esta medida, que luego de hacerse pública fue considerada una infracción laboral de carácter muy grave al constituir un acto de discriminación laboral por motivos de género, provocó que la Consejería de Trabajo de Baleares impusiera a la aerolínea una multa de 25.000 euros.
Sin embargo, según fuentes de la Consejería de Trabajo, este caso que ha dado lugar a la multa fue detectado hace un año en Baleares, durante uno de los controles que realiza el organismo. En esa ocasión, la aerolínea aseveró que exigir el test de embarazo era obligatorio era una práctica implementada en toda España. Los inspectores ya habían confirmado así como Iberia pedía determinados requisitos a la hora de seleccionar personal, pero estos eran aplicados por otra empresa llamada Randsta, contratada para tales fines. La misma hacía las entrevistas a las futuras auxiliares de vuelo. Como parte de este proceso, los funcionarios les pedían a las postulantes las susodichas pruebas de embarazo, incluso sin haber sido contratadas, al mismo tiempo que exigían otros controles médicos para hombres y mujeres.
¿Cómo respondió Iberia? La compañía enseguida comenzó a justificar este comportamiento. Funcionarios suyos alegaron que la prueba para saber si las mujeres estaban en proceso de gestación es parte del reconocimiento médico una vez que las aspirantes han pasado el proceso de selección, anterior al curso de formación que no todas superan. Dijeron además que el objetivo de esta prueba era para no asignarle una actividad a la candidata que suponga un riesgo para su embarazo, en caso de estarlo. Iberia señaló también que nunca había dejado de contratar una azafata simplemente por estar embarazada. Asimismo, informaron que, debido al impacto de la medida en la opinión pública, desfavorable para la empresa, dejarán de pedir el test de embarazo como requisito en el proceso de captación de personal. Informar o no de su estado será una decisión de las aspirantes a azafatas.
Sin embargo, estos argumentos formulados por la aerolínea no han cambiado en nada la decisión de la Consejería de imponer la multa, pues el requisito exclusivo para las féminas puede ser considerado como una vía para evitar su contratación. De este modo, la propuesta de sanción ha sido ratificada, aunque Iberia puede aún recurrir el fallo en alzada ante el mismo departamento, pero si la misma es desestimada le quedará solamente la vía de los juzgados de lo social. La sanción económica impuesta a Iberia, que tiene como principal base de operaciones el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, constituye la primera multa por una infracción laboral muy grave en materia de discriminación por sexo en las islas Baleares. Mientas desde la Consejería anuncian que seguirán realizando inspecciones que eviten casos similares.
