Los periodistas mexicanos son el blanco del crimen organizado
La muerte del periodista Salvador Adame a inicios de la semana pasada confirma que México es uno de los países más arriesgados para la seguridad de los profesionales de la prensa. A Adame lo secuestraron en mayo en el estado de Michoacán, una de las regiones más golpeadas por la violencia del crimen organizado.Su cuerpo calcinado lo encontraron el pasado 14 de junio en una zona conocida como Barranca del Diablo, sobre la carretera que une los pueblos de Lombardía y Nueva Italia, precisó el fiscal de Michoacán, José Martín Godoy. El comunicador era dueño de un canal de televisión local.
En un inicio las investigaciones arrojaron que la desaparición del periodista era debido a deudas económicas pero luego una colega dijo que Adame investigaba una gasolinera con probables fondos del crimen organizado en contubernio con las autoridades.
Días antes del lamentable suceso el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo que fortalecería la seguridad hacia los comunicadores y establecería una estrategia más fuerte de lucha contra el crimen organizado que tanto daño hace en la nación azteca.
La Organización No Gubernamental (ONG) Reporteros Sin Fronteras ubica a México como el tercer país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo. Javier Valdez, corresponsal del diario La Jornada y colaborador de la Agencia Francesa de Prensa (AFP), Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, MiroslavaBreach y Maximino Rodríguez, son algunos de los periodistas que perdieron la vida este año en México.Junto al cuerpo de Miroslava apareció una “narcomanta”, una especie de mensaje que dejan los sicarios vinculados al narcotráfico. Ante el caso tan cruel, el diario para el que colaboraba El diario Norte paró su circulación.
La ONG señala que en los últimos 17 años han sido asesinados más de 100 periodistas en el país, de los cuales 11 lo fueron en 2016, una cifra récord. Lo más doloroso es que el 90 por ciento de los crímenes continúan impunes. En marzo de 2017 fue calificado como el mes negro para ejercer la profesión en el país. En ese periodo tuvo lugar un reporte de los asesinatos cuando el día 2 fue asesinado Cecilio Pineda, reportero de la región de Tierra Caliente, en el Estado de Guerrero. A los pocos días Ricardo Monlui, Presidente de la Asociación de Periodistas y Reporteros Gráficos de ese lugar fue asesinado en Veracruz.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ubica en 115 los periodistas que han sido asesinados violentamente desde el año 2000. La Federación Latinoamericana de Periodistas registra que desde 1983 hasta la actualidad, ha sido asesinados 229 periodistas. La violencia no parece tener fin en México aun cuando es fuertemente condenado. Ejercer el oficio más bonito del mundo, como lo calificó Gabriel García Márquez, es una obra valiente de los comunicadores mexicanos.
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