Nadie quiere viajar un 17 de julio
Muchas personas consideran que el 17 de julio no es un día idóneo para viajar, y aunque pudiera pensarse que se trata solo de una simple superstición, las estadísticas demuestran que efectivamente en este día, se han sucedido una serie de accidentes aéreos bastante graves. El 17 de julio de 1996 explotó y se estrelló el vuelo 800 de Trans World Airlines en el Océano Atlántico. Igual día, pero del año 2007 el vuelo 3054 perteneciente a la aerolínea brasileña TAM (Transporte Aéreo Marília) se salió de la pista de aterrizaje y se estrelló contra una estación de gasolina. El último fue el más devastador; se trata del avión MH17 de Malaysia Airlines, el cual fue derribado en territorio ucraniano y aportó a las estadísticas generales una cifra de 298 muertes.
Muchas personas consideran que el 17 de julio no es un día idóneo para viajar, y aunque pudiera pensarse que se trata solo de una simple superstición, las estadísticas demuestran que efectivamente en este día, se han sucedido una serie de accidentes aéreos bastante graves. Según los datos del portal digital Aviation Safety Network, o sea Red de Seguridad Aérea, esa fecha está considerada como una de las más terribles para la historia de la aviación. En el período comprendido entre 1946 hasta el 2014, se produjeron un total de 17 accidentes, provocando un saldo de 927 víctimas mortales. De esos accidentes, sin lugar a dudas, el último fue el más devastador; se trata del avión MH17 de Malaysia Airlines, el cual fue derribado en territorio ucraniano y aportó a las estadísticas generales una cifra de 298 muertes.
Por su parte, el 17 de julio de 1996 explotó y se estrelló el vuelo 800 de Trans World Airlines en el Océano Atlántico, en las cercanías de East Moriches (estado de Nueva York). La aeronave, un Boeing 747-131 viajaba con un total de 230 tripulantes y se dirigía a Roma. A pesar de que durante las investigaciones se especuló mucho sobre la causa de la tragedia: se creía que el avión había sido blanco de un atentado terrorista, la investigación de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) concluyó que la catástrofe pudo haber sido producida por una explosión de combustible inflamable o depósitos de aire en un almacén de combustible, a partir de que se produjera un cortocircuito. De cualquier manera, la aeronave colapsó al salir del territorio nacional sin dejar sobrevivientes.
Igual día, pero del año 2007 el vuelo 3054 perteneciente a la aerolínea brasileña TAM (Transporte Aéreo Marília) se salió de la pista de aterrizaje y se estrelló contra una estación de gasolina en las afueras del recinto en que se encontraba el aeropuerto. El avión, un Airbus A320-233 se dirigía desde Porto Seguro a Sao Paulo. En este caso, en las informaciones preliminares, se supuso que el número de víctimas había sido de 177 personas entre pasajeros y tripulantes, sin embargo, a medida que se avanzaron las investigaciones la cifra de muertes aumentó hasta llegar a 187 fallecidos. Esta tragedia es reconocida como el peor accidente aéreo ocurrido en América Latina.
El último ejemplo, le corresponde al ya mencionado vuelo 17 de Malaysia Airlines. Se trataba de un vuelo internacional regular, cuya navegación correspondía a un Boeing 777-200ER. La aeronave había partido del aeropuerto de Ámsterdam y se dirigía hacia Kuala Lumpur, la capital malaya; sin embargo, antes de llegar a su destino se estrelló en la villa Grábovo, en una región ucraniana. Desde un inicio se sospechó que la causa del accidente había sido el impacto con un misil tierra-aire, cuyo lanzamiento los estadounidenses atribuyeron a las milicias prorrusas que operaban en la región, mientras que estas acusaron al ejército del gobierno ucraniano. Cualquiera que haya sido el responsable dejó un saldo de 298 fallecidos, entre los que se encontraban un grupo de investigadores sobre el SIDA que se reunirían en Australia para una conferencia internacional.
