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viernes, 21 de julio de 2017

Prison break a la asturiana

Por JoseGabriel

Desde siempre los presos han contemplado el escape como una de sus opciones o posibilidades a futuro. Por supuesto, ello ha ido mermando a medida que los centros penitenciarios han ganado en seguridad y control, al punto de que son pocos los reclusos que llegan a contemplar en serie la idea de intentar una fuga. No obstante, siempre hay alguno que otro que aprovecha la más mínima oportunidad para hacerlo y esta semana ha coincidido que dos de esos atrevidos han podido hacer su propio “Prison break” en una misma cárcel: la de Asturias. Válido es aclarar que en la aventura no ha habido túneles secretos ni complicidad de algún trabajador de la prisión, ya que los dos fugados solo tuvieron que aprovechar las condiciones especiales de semilibertad de las que gozaban.

Así, la más reciente de las fugas de la prisión de Villabona se produjo en la tarde del miércoles. El recluso huido, de 27 años e identificado con las iniciales U. H. S., disfrutaba del segundo grado penitenciario, establecido en el artículo 100.2. En respeto a tal régimen, tenía que regresar a la prisión a las 20:30 horas del miércoles y no lo hizo. Según han explicado las autoridades, U. H. S. estaba tomando un curso de formación en el exterior del centro penitenciario y cumplía una condena de año y medio por robo y hurto, que ya expiraba el año que viene. De ser capturado su situación penal se agravará y probablemente perderá las facilidades que tenía en consonancia con el artículo 100.2. Este establece un régimen flexible en el que los internos combinan aspectos típicos de cada uno de los grados penitenciarios, en aras de facilitar su incorporación progresiva al tercer grado, en el que disponen de semilibertad.

Un tanto distinto al caso del recluso acogido al artículo fue el de su compañero de celda, quien se fugó en la mañana del mismo día a través del portón de los carros de la comida. Gijonés de 22 años, este cumplía una condena de siete años y medio de cárcel por robo con violencia e intimidación. Según informaron las fuentes consultadas por los medios, aún le restaban tres años por cumplir. Su identidad responde a las iniciales A. P. I. R. y no han trascendido los posibles motivos de su fuga por el portón del Centro de Inserción Social (CIS) de la cárcel, más allá del natural deseo de libertad. El hecho de que los dos fugados hayan sido compañeros de celda incita a fabular mucho. Quizás tramaron algo y aprovecharon las circunstancias que se le dieron para escapar el mismo día o a lo mejor nada tiene que ver la fuga de uno con la del otro. Que sea solo casualidad es difícil de creer, pero hasta tanto no sean recapturados y se informe de todo lo ocurrido, no sabremos las causas, avatares y conclusiones de este Prison break a la asturiana.