Rusia descubre a su Excalibur
Tal como cuenta la leyenda. Enterrada en una piedra, cual mítica Excálibur, rodeada de todo la incógnita posible, ha sido descubierta una espada del siglo X por un grupo de arqueólogos rusos, justo en la antigua ruta comercial que se sabe dio vida a la llamada Rus de Kiev. Allí, en Gniózdovo, que constituye el mayor complejo arqueológico de la alta Edad Media europea, fue encontrada la pieza; en lo que viene siendo una localidad cercana a la ciudad rusa de Smolensk, próxima además a la frontera occidental de Rusia. Los registros históricos sostienen que entre los siglos VIII y XI era por allí que pasaba la ruta comercial de los varegos a los griegos, la cual unía a su vez Escandinavia, la Rus de Kiev y el Imperio bizantino.
Bautizada como “Snovid” por los científicos autores del hallazgo, quienes son profesores de la Universidad Estatal de Lomonósov de Moscú y del Museo Estatal de Historia de Rusia, se presume que la espada pertenecía a un 'druzhinnik', es decir, a un miembro de la guardia de los príncipes de la antigua Rusia.
Lo que aún no ha podido precisarse con exactitud es si la referida espada se fabricó en Europa o en la Rusia de entonces. Por otra parte, no imagine ahora mismo que usted, si ve el hallazgo reconozca de un tirón del tipo de pieza que se trata. Los académicos advirtieron que luego de permanecer durante siglos y siglos en el suelo, hoy la espada se ha convertido en una placa de metal, de modo que solamente un experto podría reconocer que se trata de una espada y no de otro objeto, lo cual queda claro si se mira la foto publicada por Serguéi Kainov, líder de la investigación, en su perfil de Facebook.
Las labores arqueológicas en la zona de Gniózdovo se remontan a finales del siglo XIX, cuando en medio del proceso de construcción de una línea férrea, se hallaron en el área un tesoro de monedas antiguas de plata, además de otra espada, pero esta al 'estilo de los francos', dígase en este caso, de los Carolingiens. Posteriormente 14 espadas más fueron descubiertas por los historiadores; aunque el arma “enterrada” de este año constituye la primera desde 1987.
Pero esta no es la primera “excálibur” que aparece. Basta con recordar aquella que se descubrió en el año 1975, y se dio a conocer al mundo como la “Excálibur de Siberia”, y que de acuerdo con una teoría del año 2014 hecha pública por el profesor ruso Vyacheslav Molodin, es posible que perteneciera nada más y nada menos que al zar ruso que reinó entre 1547 y 1584, Iván el Terrible.
Nada, que a veces las leyendas que de pequeños nos cuentan, de cuando en vez tienen un destello real, en nuestra cotidianidad.