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viernes, 7 de julio de 2017

Trump-Putin, el encuentro más esperado del G-20

Por LauraB

Válido por los encuentros bilaterales, la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) promete en esta edición un encuentro muy esperado: el de los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin, respectivamente. Allegados al inquilino de la Casa Blanca han dado fe del interés de Trump hacia su homólogo ruso. Aunque el republicano defendió mejores relaciones Moscú-Washington durante su campaña presidencial, en estos momentos es una amistad incómoda para los asesores más conservadores y la élite política estadounidense. El encuentro en el contexto de la cumbre del G-20 en Hamburgo, Alemania, tendrá como telón de fondo las investigaciones de los servicios de inteligencia sobre una supuesta interferencia rusa en las pasadas elecciones en Estados Unidos.

Un comité especial lidera las pesquisas ante la confraternidad entre integrantes del equipo de campaña de Trump y agentes rusos para influir en los resultados de las elecciones. Todo ello ha llevado a levantar un sentimiento antirruso en la nación norteña que se creía vencido y data de los tiempos de la Guerra Fría, cuando la poderosa y hoy extinta Unión Soviética enseñaba músculo al tío Sam.

Antes del encuentro con su par ruso, el presidente estadounidense visitó Polonia donde protagonizó otro episodio que causó furor y burlas en las redes sociales. Cuando fue recibido por su homólogo polaco, la Primera Dama del país europeo le dejó con la mano colgada cuando este iba a saludarlo.

Una de las estrategias de la nueva administración estadounidense y el eslogan que defiende de “Estados Unidos primero”, es la llamada Iniciativa de los Tres Mares. La misma debe su nombre a la posición geográfica de los países ubicados entre los mares Báltico, Adriático y Negro. El objetivo es ser una alternativa a la dependencia de las exportaciones de gas rusas.

Por su lado, Moscú pretende que Occidente acabe de aceptar que hay intereses entre las dos potencias que pueden ser “balanceados” en el actual orden geopolítico mundial. También que paren las sanciones de los aliados más tradicionales de Washington en la zona, la Unión Europa, sobre todo en cuanto al tema ucraniano que parece irritar bastante a Putin.

A Trump le han aconsejado que se muestre “fuerte” de carácter ante el enigmático Putin.

El futuro del eje Moscú-Washington puede cambiar de rumbo tras el apretón diplomático de manos, o puede acabar sentado a dos grandes potencias con unas diferencias casi sintomáticas y que están impregnadas en la psicología del estadounidense promedio.

Solo recuerde por qué cuando asiste a un filme de Hollywood, los rusos son siempre los mafiosos, los malos que se enfrentan a los heroicos estadounidenses salvadores del mundo. Este es solo un ejemplo de cuál es la percepción que tiene Estados Unidos respecto a sus vínculos traumáticos con Rusia.