Barcelona realizará censo en su población de ratas
El Ayuntamiento de Barcelona ha fijado como uno de sus objetivos mantener bajo control a la población de roedores que habitan en el subsuelo de la ciudad y para ello se encuentran desarrollando varias medidas para vigilar y controlar la población de las ratas de alcantarilla, la rata negra y el ratón doméstico. Gemma Tarafa, comisionada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, asegura que en verano la ciudadanía aumenta considerablemente el uso del espacio público lo que también trae consigo una mayor cantidad de residuos en esas zonas. A esto se suma el aumento de las superficies verdes las cuáles ofrecen una mayor oportunidad de refugio
El Ayuntamiento de Barcelona ha fijado como uno de sus objetivos mantener bajo control a la población de roedores que habitan en el subsuelo de la ciudad y para ello se encuentran desarrollando varias medidas para vigilar y controlar la población de las ratas de alcantarilla, la rata negra y el ratón doméstico. Además, el Consistorio anunció que se encuentra planificando un censo de roedores que concluirá en el venidero 2018 y que convertirá a la ciudad de Barcelona en la primera del mundo en conocer a ciencia cierta cuántas ratas viven en su subsuelo.
Según la Agencia de Salud Pública de esa localidad española, en la ciudad hay varios desequilibrios ambientales que propician la proliferación de esos mamíferos y que traen como consecuencia puntual incrementos poblacionales de esas especies de roedores y que deben abordarse con múltiples estrategias de control.
Gemma Tarafa, comisionada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, asegura que en verano la ciudadanía aumenta considerablemente el uso del espacio público lo que también trae consigo una mayor cantidad de residuos en esas zonas. A esto se suma el aumento de las superficies verdes las cuáles ofrecen una mayor oportunidad de refugio y nidificación a este tipo de mamíferos.
Aunque las autoridades sanitarias advierten que actualmente las plagas de ratas no son un problema para la ciudad de Barcelona si alertan sobre la necesidad de tomar medidas para evitar que en un futuro se conviertan en un incordio aún mayor. La comisionada de la ciudad informó que en el año 2016 los vecinos interpusieron alrededor de 1.600 quejas comunicando la presencia de roedores en lugares que incluyen espacios públicos pero también terrenos privados como jardines, almacenes y hogares.
Tras cualquier aviso de esa índole se realiza una primera respuesta inspectora entre las 24 y las 48 horas después de la llamada. Anualmente se articulan más de 550 planes de acción para la gestión de incidencias de roedores. Durante el pasado año se realizaron unas 12.500 intervenciones sobre este ámbito y al final de 2017 se prevé que estas lleguen a las 15.000. Durante toda la etapa estival y hasta noviembre, unos diez equipos de operarios constituidos por dos trabajadores cada uno realizarán el control de múridos, nombre con que se identifican a estos mamíferos, en la ciudad.
Operarios de estos equipos afirman contar con todas las condiciones para poner a raya de una vez a los roedores. Los técnicos se encargarán de disponer sofisticadas trampas con un cebo con veneno en varios puntos de la urbe. Estas trampas están diseñadas para que solo puedan entrar roedores y así evitar que otros mamíferos accedan a ellas. El cebo de color azul que se encuentra en el interior de las mismas provoca la muerte de forma inevitable pero no instantánea ya que las ratas pueden asociar la ingesta del alimento con la muerte y no la comerían. El roedor muere al cabo de unos días y aseguran que ni de forma agonizante ni tortuosa.
Las autoridades solicitan la cooperación de los ciudadanos para cumplir satisfactoriamente sus objetivos. Gran parte de las acciones se pueden realizar desde el hogar controlando los desechos que producimos y a dónde van a parar estos. También en otras dependencias privadas como almacenes y garajes es de vital importancia aumentar las medidas de control e higienización para evitar la acción de los molestos roedores. De igual manera el Ayuntamiento barcelonés marcará un hito en la historia de la lucha contra vectores. Con el censo planificado para finalizar el próximo año sentarán una base significativa pues es muy cierto que no muchas urbes pueden afirmar que conocen al detalle todo lo que se mueve bajo sus pies.