Demi Lovato asume su bipolaridad
Demi Lovato, la famosa cantante del pop norteamericano, de solo 24 años, fue diagnosticada desde 2011 con un trastorno bipolar, que la mantuvo durante mucho tiempo vulnerable, triste y retraída. Después abusaría de los fármacos en busca de una cura a su enfermedad, hasta que tocó fondo y terminó en un centro de tratamiento hospitalario para su condición. Por estos días está mejor que nunca, y ha comenzado a hablar abiertamente sobre su bipolaridad como un ejemplo para aquellos que la padecen y aún se castigan ocultándolo. La intérprete de “Sorry not sorry” asume su trastorno, pero no le gustan que la etiqueten como tal.
Para 2011, la cantante Demi Lovato, que vivió desde muy niña el asunto de la fama, vivía un infierno entre depresiones y tristezas, cuya raíz no se explicaba. Trataba de espantarlos a través de fármacos y tratamientos desordenados, pero no conseguía mejoría y cada día se sentía peor, hasta que tocó fondo y tuvo que ser internada en un centro de tratamiento hospitalario. Fue allí donde le dijeron que estaba en la fase depresiva del trastorno bipolar. «Obtener un diagnóstico fue una especie de alivio. Me ayudó a empezar a dar sentido a las cosas dañinas que estaba haciendo para enfrentarme a lo que estaba experimentando», dijo Lovato. Desde entonces ha empezado una recuperación paulatina, y por estos días se ha atrevido a hablarle al mundo sobre su padecimiento, buscando que otras personas como ella, se enfrenten a lo que sienten y sufren, y también para desprejuiciar el tema. La intérprete del tema “Sorry not Sorry” también reclama que se terminen los estigmas sociales sobre este padecimiento con una frase categórica: “Es algo que tengo, no algo que soy”. Y es que Lovato ha sufrido también, que cuanto suceda con ella tenga la etiqueta de bipolaridad.
Lovato llegó al límite antes del diagnóstico, incluso con episodios de autolesión, por ello ya no quiere esconder su padecimiento y quiere utilizar su fama para ayudar a otras personas, y de paso visualizar el tema, y ser algo así como una activista. De hecho así quiere que se le reconozca. Apoyó la candidatura de Hillary Clinton, como mujer y porque fue un marco preciso para defender a las minorías. «Como millones de estadounidenses, estoy viviendo con enfermedades mentales. Pero tengo suerte. Tenía los recursos y el apoyo para recibir tratamiento en una de las mejores clínicas. Desafortunadamente, demasiados estadounidenses de todas las clases sociales no reciben ayuda, ya sea porque teman el estigma o no puedan pagar el tratamiento», dijo en plena campaña de la Clinton. Desde entonces Lovato no ha callado. «Es importante hablar sobre las cosas en las que crees, porque lo importante es que tu voz se oiga. Yo aprovecho mi posición, donde habrá más gente que me escuche, y utilizo mi voz para hacer algo más que cantar». Lovato confiesa que ha salido adelante también gracias a su familia y amigos, y que alguna vez pensó que no llegaría a los 21 años de edad, debido a su depresión.
Lovato también se refirió al reciente suicidio del vocalista de Linkin Park, Chester Bennington, quien había padecido problemas depresivos también. Dijo sentirse muy mal por los seres queridos de Bennington y se esperanzó en que situaciones como estas generen un diálogo apropiado que termine por ayudar a las personas que padecen enfermedades mentales. Lovato no es la única famosa que vive con este padecimiento, que se manifiesta entre los 18 y 24 años, y que dura toda la vida. Catherine Zeta Jones, la actriz galesa, es otra de las más conocidas, y que tocó fondo por el 2011. Otro es el actor belga de películas de acción, Jean Claude Van Damme, quien incluso intentó suicidarse. «Algunos días me amaba y otros me odiaba. Soy bipolar extremo y estoy tomando medicinas para ello», había dicho recientemente. Sin embargo la ex chica Disney es la única que ha tomado la batuta, y ha hablado seriamente de su vida, como vía para ayudar a otros.