El desmembramiento dorado del Mónaco
Cuando el Mónaco salga a su primer partido de la Liga de Campeones en la temporada 2017-2018, tendrá un once muy diferente al que cayó eliminado ante la Juventus en las semifinales de la pasada edición de la lid europea. Ya no están en el conjunto del Principado Tiémoué Bakayoko, Benjamin Mendy, Bernardo Silva y dentro de poco, muy probablemente tampoco vestirá la elástica rojiblanca el talentoso atacante Kylian Mbappé, muy cerca de cerrar un cambio de aires rumbo al PSG, conjunto al cual llegará en calidad de cedido con una opción de compra obligatoria en la próxima ventana de fichajes.
El denominador en todas esas salidas del plantel francés radica en la enorme cantidad de dinero que los clubes han pagado por las figuras que el pasado año asombraron a Europa y conquistaron el cetro en la Ligue 1. Sobre todo, los equipos ingleses han ido a pescar en el Mónaco, con la intención de llevarse a los actores de reparto y a los grandes protagonistas de la escalada monegasca, aunque en el caso de Mbappé, permanecerá en Francia con la camiseta del PSG. Sin embargo, el plantel que dirige el portugués Leonardo Jardim tenía mucho más que el joven delantero, razón de peso para que los clubes más poderosos buscarán en su plantilla complementos de cara a la venidera contienda. A sabiendas del potencial disponible, el ruso Dmitry Rybolovlev, dueño de la entidad, no dudó en tasar bien alto a sus figuras.
De Bakayoko no se conocía mucho hasta su irrupción como eje del pivote del Mónaco en la medular, donde controla mucho terreno gracias a su velocidad y envergadura física. A sus 23 años, se destapó ante rivales de relieve en la pasada Champions y captó la atención del Chelsea, que pagó 40 millones para colocarlo junto al incombustible Kanté en el mediocampo blue. Desde Inglaterra también quedaron encantados con la proyección del lateral izquierdo Benjamin Mendy y el extremo derecho Bernardo Silva, quienes dejaron más de 100 millones en las arcas del Mónaco al moverse rumbo al Manchester City. Luego de los capítulos de inseguridad de la defensa de los Citizens que condujo a la salida de casi todos los laterales del conjunto, Pep Guardiola dio el visto bueno a la contratación de Mendy, senegalés de más de seis pies y con notable proyección ofensiva, valores imprescindibles que debe tener un defensor para el técnico catalán. En tanto, Silva, un jugador de banda veloz y creativo, aterrizó más como un complemento que aumenta la competencia por la titularidad en el Manchester, donde confluyen Sané, Sterling, David Silva, Gabriel Jesús y Kevin De Bruyne, todos con habilidades para correr desde la banda.
Lo más llamativo en cada uno de estos casos es que el Mónaco multiplicó con creces las ganancias por esos jugadores. Por ejemplo, a Bakayoko lo compraron en el 2014 proveniente del Rennes a cambio de ocho millones, y ahora lo vendieron por 40, mientras Mendy (desde el Marsella) y Silva (desde el Benfica) desembarcaron en el club por cifras inferiores a los 15 millones cada uno, y ahora ha dejado más de 50 en los despachos del conjunto francés. De acuerdo con el valor de mercado asignado por el sitio especializado alemán Transfermarkt, los jugadores del Mónaco que fueron traspasados estaban tasados en 94.55 millones, y fueron vendidos por 177.5, sin contar las variables que aumentarán ese monto. Además, dentro de un año recibirán al menos 180 millones por Mbappé, quien ahora saldrá cedido para satisfacer su deseo de continuar en un club más poderoso, y también para ayudar al PSG, que por el Fair Play financiero de la FIFA no podría fichar a nadie tras el caso Neymar. Por si fuera poco, se rumora que el Liverpool estaría dispuesto a pagar 60 millones por el centrocampista Lemar, otro de los hombres que condujo al Mónaco hasta el título liguero de la anterior contienda.
Con todas esas ganancias, el Mónaco se encuentra en una posición privilegiada desde el punto de vista monetario, aunque ello no quiere decir que cambiarán su estrategia y modus operandi en el mercado, donde permanecen como compradores pequeños, enfocados en jugadores jóvenes y otros de valor bajo. Por ejemplo, su fichaje más rutilante de la presente ventana es Youri Tielemans, procedente del Anderlecht, a quien compraron por 25 millones. Fuera de ese caso, el resto de sus gastos son mínimos y no alcanzan ni los 50 millones, detalle que habla a las claras de su política. Si bien es cierto que han vendido a sus mejores jugadores, no se asombren si al final de la temporada el Mónaco vuelve a ocupar posiciones de privilegio en las distintas competencias, pues su filosofía de vender caro y comprar barato se ha enfocado siempre en buscar el talento y desarrollarlo con la camiseta del conjunto.