Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 20 de agosto de 2017

El peronismo, en el recuerdo de Argentina

Por Miss GD

1946 fue un año de cambios y transformaciones en el mundo entero. Recién finalizada la Segunda Guerra Mundial, los vencedores de la contienda se afianzaban en las cimas del poder político mientras que los vencidos se enfrentaban a una reconstrucción lenta y completamente condicionada a deseos extranjeros. Europa se encontraba devastada por haber sido un inmenso campo de batalla, Asia aún padecía continuas y prolongadas contiendas regionales y Japón yacía fuera de escenario esperando la benevolencia occidental para volver a circular en los centros económicos como la potencia que había llegado a ser. América recogía a sus muertos y veía a importantes figuras emerger, morir y desaparecer dentro de su territorio.

1946 fue un año de cambios y transformaciones en el mundo entero. Recién finalizada la Segunda Guerra Mundial, los vencedores de la contienda se afianzaban en las cimas del poder político mientras que los vencidos se enfrentaban a una reconstrucción lenta y completamente condicionada a deseos extranjeros. Europa se encontraba devastada por haber sido un inmenso campo de batalla, Asia aún padecía continuas y prolongadas contiendas regionales y Japón yacía fuera de escenario esperando la benevolencia occidental para volver a circular en los centros económicos como la potencia que había llegado a ser. América recogía a sus muertos y veía a importantes figuras emerger, morir y desaparecer dentro de su territorio.

En este contexto,  el 24 de febrero, Argentina proclamaba a Juan Domingo Perón como nuevo presidente con un 56% del total de los votos y con un fuerte apoyo popular organizado por el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora. Perón llegaría a convertirse en el único ciudadano elegido presidente de la nación argentina en tres ocasiones y una de las figuras más recordadas por el pueblo en conjunto con su segunda esposa Eva Duarte o Evita como también se le recuerda.

El peronismo fue un movimiento de masas representado con un partido formal denominado Partido Peronista y, posteriormente, Partido Justicialista. Significó, el advenimiento de nuevos sectores sociales a la escena política. Las masas obreras se incorporaron plenamente a la vida política, porque al ejercicio del sufragio le agregaron otras formas de participación: por medio de sus organizaciones se convirtieron en un factor que influyó sobre las decisiones del gobierno.

 En el año 1949 se convocó a elecciones para la Asamblea Constituyente dictándose en esta una nueva constitución acorde con los principios del peronismo. En ella se incorporaron los derechos sociales alcanzados por el movimiento obrero y la oficialización de los cambios económicos, especialmente la política de nacionalizaciones del comercio exterior, de los combustibles y del transporte. En el orden político se implantó la reelección presidencial y la instauración del voto directo en los comicios nacionales.

La oposición resistió a la nueva Constitución porque consideraba que era el resultado del afán personalista de Perón, cuyo deseo excluyente era lograr la reelección presidencial. Además, los socialistas reclamaron porque entre los derechos de los trabajadores no se contemplaba  el derecho de huelga, y los conservadores denunciaron el perfil excesivamente presidencialista de la reforma. Ésta finalmente fue aprobada y tuvo vigencia hasta la caída de Perón en 1955. El gobierno peronista fue duro con la oposición política y sindical, algunos de cuyos dirigentes fueron arrestados a pesar de los fueros parlamentarios, existieron además hechos de torturas a opositores.

Durante el gobierno de Perón se profundizó la política de sustitución de importaciones mediante el desarrollo de la industria liviana que se venía impulsando desde la década anterior. También se invirtió fuertemente en la agricultura, especialmente en la siembra de trigo. Ante la falta de divisas, producto del estancamiento del sector primario, con las que se importaban los bienes de capital e insumos necesarios para el proceso de industrialización, se optó por la nacionalización del comercio exterior mediante la creación del Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio que significaba el monopolio estatal del comercio exterior. Éste le permitió al Estado obtener recursos que utilizó para redistribuir hacia la industria. Por otra parte, en 1948, el Estado compró los ferrocarriles a capitales extranjeros, en su mayoría ingleses, y creó la empresa Ferrocarriles Argentinos, importante adquisición para el gobierno peronista.

En el plano educativo el número de inscritos en las escuelas primarias y secundarias creció a tasas superiores a la de los años anteriores y se produjo el acceso a la educación secundaria de la mayor parte de los hijos de clase media y de una parte significativa de los estratos altos de la clase trabajadora, especialmente en la enseñanza comercial y técnica. Uno de los motivos principales  de irritación por parte de la oposición fue la inclusión en los textos escolares de dibujos, fotografías y textos laudatorios de Perón y Evita tales como "¡Viva Perón! Perón es un buen gobernante. Perón y Evita nos aman" y otros similares.