El zonuro gigante, otra especie en peligro de extinción
El ser humano es culpable de que muchas especies ya no existan y que otras vayan camino a la extinción. Al inicio de los tiempos sucedió porque invadimos zonas para poblarlas, y sus faunas tuvieron que emigrar, y las menos, convivir. De esa manera la civilización humana se fue expandiendo cada vez más, amenazando, desplazando hábitats y matando ecosistemas. Otro factor muy importante ha sido la contaminación tan evidente que provocamos a nuestro paso, y la peor de las causas es la caza indiscriminada. También cuentan los fenómenos naturales, y ahí volvemos a tener participación desde hace varias décadas por el llamado “cambio climático” del que somos responsables. O sea, poco a poco arrasamos con cuanto nos rodea. La plaga es el hombre.
Una de las especies en peligro de extinguirse es el lagarto “Smaug Giganteus”, endémica de Highveld, en Sudáfrica. En la actualidad se encuentra peligrosamente amenazada por la agricultura, la industrialización y el comercio ilegal de mascotas a nivel mundial. Este reptil escamoso terrestre, llamado comúnmente “zonuro gigante”, es lo más semejante a un dragón que podemos encontrar en la naturaleza; y de hecho su género “Smaug” sirvió de inspiración al famoso escritor J. R. R. Tolkien para su novela “El Hobbit”, mundo fantástico donde el dragón se apoderó del reino de Erebor y sus riquezas.
El zonuro gigante es un lagarto interesante. Algunas fuentes refieren que es el más grande de su género y mide menos de 40 cm, pero otras afirman que puede superar el medio metro en longitud. Su cuerpo tiene una apariencia de rigidez al estar cubierto con escamas espinosas en forma de púas. Es de color en tonos marrones oscuros y claros en la superficie superior, y amarillento en los laterales y en la región abdominal. Sus crías son similares, pero con manchas de color naranja-marrón.
Este reptil singular es principalmente diurno y habita en las sabanas al sur del continente africano. Suele vivir en pequeños grupos, en madrigueras que ellos mismos cavan, de unos 50 cm de profundidad y 1.8 m de largo, donde permanecen en las noches. El zonuro gigante es carnívoro y se alimenta de insectos, artrópodos y de lagartos pequeños. Llama mucho la atención su forma de enrollarse como hacen los armadillos, para protegerse de los depredadores. Expertos afirman que puede vivir más de 20 años.
De acuerdo con estudios sobre el estado de conservación del zonuro gigante que realiza la Universidad del Witwatersrand, en Sudáfrica, la población de esta especie ha disminuido más de una tercera parte durante la última década, y casi la mitad de su hábitat ha sido transformado de forma irreversible por la actividad humana, principalmente por la producción agrícola que ha invadido su territorio de forma apresurada.
Normalmente el zonuro gigante vive en ambientes herbáceos, donde cava madrigueras, y su área de distribución está restringida por barreras físicas como los grandes ríos y las montañas. Los pastizales donde suelen vivir en Highveld, Sudráfica, son apetecibles por la riqueza de sus tierras para la producción agrícola; y esta es una de las causas principales de su amenaza definitiva. También por la expansión de las ciudades o poblados que constantemente se encuentran en crecimiento junto a todo lo que trae consigo como las industrias, las minas, las presas, las carreteras o las líneas ferroviarias.
El contrabando de animales es otro motivo que preocupa, y que cada vez está más presente. Está de moda tener un animal exótico de mascota, y muchas personas pagan sumas millonarias por tener ejemplares escasos, sin importar si es lícito ni cómo sea el proceso de desarraigar al animal de su hábitat. El zonuro gigante ha sido comercializado en Europa desde el siglo XIX, sobre todo por su aspecto milenario; y sus principales mercados son Japón, Alemania y los Estados Unidos. Como es una especie en peligro de extinción, las autoridades de Sudáfrica castigan con penas de hasta 20 años de cárcel a todo aquel a quien sorprendan con un zonuro gigante sin el permiso adecuado. No obstante, siempre encuentran el modo para burlar las leyes.
Sin embargo, esta especie necesita un escenario específico: un tipo de suelo, unas presas, y unas condiciones de temperatura y humedad determinadas, que no son posibles para cualquier fanático. No puede, simplemente, vivir en circunstancias aleatorias. Un terrario de cristal con medidas estrictas no es justo, y cuando más, resulta ineficaz en lo que respecta a su reproducción. Por tanto, al no soportar el cautiverio, muere.
Es así que en la actualidad el zonuro gigante se encuentra en estado de conservación vulnerable, y como siempre están en falta políticas que protejan de verdad a los animales, nuestros únicos acompañantes en este mundo que como bien sabemos, no será eterno. Se superponen los intereses particulares y ambiciosos de unos cuantos inescrupulosos y de toda nuestra propia especie que no ha aprendido a vivir en armonía con la naturaleza.