En El Prat “vuela” la huelga indefinida
Tras el rechazo a la propuesta de mediación de la Generalitat, los trabajadores de seguridad del aeropuerto barcelonés de El Prat han sido consecuentes con lo que llevan semanas anunciando; y han votado ir a la huelga indefinida desde este lunes. La esperanza de solucionar el conflicto que mantiene en vilo a las autoridades y ha hecho durante días de este aeropuerto un caos de espera y largas filas, estaba en mano de los 350 empleados de la compañía Eulen, que este domingo fueron convocados por el comité de huelga. El fin de la reunión era que estos votaran por segunda vez en asamblea, y dejaran claro si aceptan la propuesta surgida de la mediación de la Generalitat para poner fin a los paros y de ese modo que las instalaciones recuperen la normalidad perdida hace unos 22 días.
Pero la respuesta fue tajante, en tanto por segunda vez en solo 72 horas, los trabajadores han defendido a capa y espada que su reclamo de un incremento salarial de 250 euros mensuales por 15 pagas no es desechable. Sin ello, no parece haber trato.
Tal como estaba previsto los trabajadores de Eulen se presentaron en el sitio convocado para la asamblea, un centro cívico ubicado en el barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat, antes de su pausa establecida para comer. Una vez allí, se encontraron con el comité de huelga, que les informó de que podían votar a favor o en contra de la propuesta, que ha sido cocinada en medio de las largas negociaciones entre las partes; y solo una propuesta iba a ser sometida a la aprobación de la plantilla de trabajadores.
En este mes de agosto, fue la tercera ocasión en la que votaban en asamblea si hacían huelga o no, y a diferencia de la reunión anterior que contó con la participación de 176 vigilantes y donde estos contaron con cuatro opciones entre las que elegir, este domingo la plantilla sólo podía escoger entre aceptar o no la propuesta de la Generalitat; lo que es lo mismo que decir, entre secundar o no la convocatoria de paro, de modo total e indefinido, que ya estaba previsto para este lunes en el aeropuerto de El Prat.
Por otra parte, la votación fue secreta y tuvo un nivel de participación de los trabajadores mucho más alto; y fue definida por el ministro de Fomento como la última de las oportunidades para poner fin a este conflicto, e impedir tener que recurrir a un laudo que deberán entonces cumplir de modo obligatorio la empresa y los trabajadores. Íñigo de la Serna ya había elevado la presión sobre los huelguistas al advertirles que Fomento ya había iniciado las diferentes gestiones para encontrar un árbitro, que pudiese establecer con carácter vinculante el laudo obligatorio. Si no se llega a un acuerdo para la designación de ese árbitro, agregó, será el propio Gobierno quien asigne esa función a una persona "independiente y de prestigio", algo que empezará ha cocinarse desde este miércoles
Actuaremos con firmeza, ha dicho el ministro, que ha defendido también, así, la medida de incrementar el número de agentes del Instituto Armado con el propósito de garantizar que la decisión de “unos pocos” no redunden en molestias y afectaciones a “millones de españoles y turistas".
Por su parte, el comité de huelga de Eulen ha denunciado que ha sido objeto de "coacciones" para que los trabajadores finalicen la protesta, algo que "no servirá en nada para que cambien su decisión". La huelga, sostiene Purificación Infante, miembro del comité de huelga, "es un derecho constitucional que tenemos".
Para el aeropuerto y sus instalaciones, la huelga total de este lunes fue una prueba de fuego, y no en balde se contó con el refuerzo de la Guardia Civil en las líneas de seguridad. Incluso, el Govern ofreció al Gobierno que los Mossos d'Esquadra, que estos apoyasen en la terminal al Instituto Armado.
Y aunque este martes, el segundo día de huelga total e indefinida se desarrolló sin aglomeraciones en las entradas de los controles, mientras la Guardia Civil continuó realizando las tareas de vigilancia y control de pasaportes ,y los servicios mínimos siguen siendo del 90%, la huelga continúa tomando vuelo Y no solo esta, sino todas las críticas alrededor de este suceso, que pone al descubierto, se acuerdo con el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Ramón Cosío, que se ha llegado a esta situación por la “falta de previsión” y el trabajo "mal hecho" por parte de la Administración.
El origen del problema, ha dicho Cosío, es la privatización de los servicios sin el necesario control sobre los contratos y sobre el servicio. El final de esta historia aún es difuso, pero parece que la solución definitiva tarda en aterrizar.