Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

lunes, 14 de agosto de 2017

Guam, la punta de lanza entre Corea y Estados Unidos

Por Eme

Guam, una islita en medio del océano Pacífico, entre Filipinas y Hawái, se ha convertido sin quererlo en la manzana de la discordia en la pelea verbal (hasta el momento) entre Estados Unidos y Corea del Norte. Los coreanos amenazan con bombardear territorios cercanos a Guam, posesión americana, y Estados Unidos les advierte que no se equivoquen. Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, con un enfoque más violento, las cosas con el gobierno autoritario de Corea del Norte están llegando a los límites, lo que pudiera provocar una verdadera catástrofe global, de producirse un enfrentamiento armado.

Guam es una pequeña isla de solo 541 kilómetros cuadrados, ubicada en el océano Pacífico, entre Filipinas y Hawái, perteneciente a los Estados Unidos, y que sin pedirlo, ni quererlo se ha convertido en la manzana de la discordia en un conflicto viejo, pero que está rozando los límites de lo permisible. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia norteamericana la situación y el discurso guerrerista con Corea del Norte ha empeorado. Amenazas de uno y otro lado, tiranteces con los gobiernos y Guam apareció de la nada en medio de las amenazas norcoreanas. En el cruce de palabras entre los estados, Trump dijo que respondería con fuego y furia cualquier ataque de Corea del Norte, en lo que las fuerzas militares de Norcorea  respondieron con que el país examinaba un plan operativo para hacer un fuego envolvente en las áreas alrededor de Guam. Todo ello incluiría lanzamientos de misiles Hwasong-12 de medio y largo alcance. Guam, lamentablemente tiene un historial de guerras, que la han involucrado sin ella buscarla, de hecho la posesión de Estados Unidos fue debido a la Guerra hispano-cubano norteamericana, por allá por el 1898, año en el que España perdió sus últimas colonias insulares.

Ese año España perdía a Cuba, donde se desarrolló la guerra, a Puerto Rico, Filipinas e Islas Guam. Ese fue el costo de aquel conflicto bélico, que terminó con la independencia cubana de los españoles, pero que costó también la dependencia de todos esos países a los Estados Unidos. Guam en la actualidad no es un territorio incorporado a la nación norteamericana, aunque son naturales son reconocidos como estadounidenses, sin derecho al voto. Primero fue territorio español, desde 1565, descubierto por el explorador Fernando de Magallanes. Un siglo después España intervendría directamente en la Isla, para masacrarla tras la sublevación de la población ante las fuerzas españolas. Todo ello hasta 1898, en que los norteamericanos tomaron posesión de la Isla, de orígenes filipinos e indonesios. Siendo parte de los Estados Unidos y tan cerca de Asia, en la II Guerra Mundial los japoneses la invadieron y ocuparon en 1941. Un poco después del famoso ataque a Pearl Harbor, que provocó la inclusión de Estados Unidos a la guerra que hasta el momento no involucraba a Europa. La situación de Guam en 1941 fue mucho más escalofriante con la invasión nipona, que la más conocida de Pearl Harbor. Algunos historiadores dicen que los japoneses mataron al 10% de la población guameña.

En 1944, cuando la II Guerra Mundial estaba terminando, las fuerzas aliadas volvieron a invadir Guam, liberándola de las fuerzas niponas, siendo otra vez la islita de la Micronesia el punto neurálgico de una guerra. Ahora en pleno siglo XXI, Guam vuelve a ser el centro de las miradas de un conflicto bélico, ya que allí residen más de 6 mil soldados navales y de la fuerza aérea, en una base militar clave para Estados Unidos. De hecho el gobierno pretendía duplicar las tropas en ese territorio, estratégicamente ubicado entre China, las Coreas y Taiwán. Claro, para los pobladores de la Isla esta historia no es para nada simpática, ni la pasada ni la que ahora la pone como punta de lanza entre Estados Unidos y Corea. Ellos no quieren ni necesitan ser el conejillo de indias de nadie.