La fotografía y su protección de la naturaleza
Animales como las ballenas, los osos, los cocodrilos, las serpientes y muchos otros, son perseguidos en todo el mundo, por lo que se han creado zonas que los albergan y protegen en su medio natural. Uno de estos lugares que asegura la paz y supervivencia de las especies es Animal Tracks, un santuario en Agua Dulce, California, que se ha asociado con la reconocida fotógrafa Natasha Wilson, para mostrarle al mundo a aquellos que han sido recatados de las garras del hombre y del mal del cautiverio y la necesidad de su preservación. Cuando los animales son rescatados, el equipo de Animal Tracks les brinda su protección y una vida digna y llena de paz y además, le muestra a las personas el por qué de su preservación.
Se cuentan a cientos las especies de animales que en este momento se encuentran en peligro de extinción, sobre todo, animales exóticos que se venden a un buen precio tanto para adornar mansiones, como para usar su piel en bolsos y zapatos, y también incluso para formar parte de la cena. Algunos han sido prácticamente eliminados de la faz del planeta debido a la caza indiscriminada, por lo que aquellos que aún sobreviven, requieren de un mayor cuidado y protección. Animales como las ballenas, lo osos, los cocodrilos, las serpientes y muchos otros, son perseguidos en todo el mundo, por lo que se han creado zonas que los albergan y protegen en su medio natural. Uno de estos lugares que asegura la paz y supervivencia de las especies es Animal Tracks, un santuario en Agua Dulce, California, que se ha asociado con la reconocida fotógrafa Natasha Wilson, para mostrarle al mundo a aquellos que han sido recatados de las garras del hombre y del mal del cautiverio y la necesidad de su preservación.
Wilson ha tomado a las víctimas del mercado negro como protagonistas de sus imágenes, la serie de fotografías muestra desde un canguro rojo hasta un caimán que muestran su belleza e importancia posando junto a modelos con vestidos coloridos, prendas que hacen referencia al hábitat natural de cada especie. Cuando los animales son rescatados, el equipo de Animal Tracks les brinda su protección y una vida digna y llena de paz y además, le muestra a las personas el por qué de su preservación.
Los activistas de Animal Tracks han rescatado a muchísimas especies en peligro, por ejemplo, Cheshire es una gata montesa de aproximadamente 11 años que ha tenido varios dueños, por su carácter salvaje no debería ser criada en un espacio cerrado en cautiverio, además, le faltaba atención. Comenzó a destrozar cortinas y ropa de cama e incluso llegó a atacar a otras mascotas, por lo que el equipo la rescató y ahora vive felizmente en el refugio de Agua Dulce. Al Sharpton el puercoespín, por otro lado, ha estado viviendo en Animal Tracks desde el año 2008, pues era un animal sobrante en otro sitio y fue muy bien recibido en el santuario.
A estas chicas les encanta posar para las fotografías, al parecer, ser modelo es su vocación definitiva. Los dueños de Jake y Cami, las coloridas cacatúas, ya no podían cuidar de ellas, por ello se integraron a la familia de Animal Track y les encanta almorzar con los empleados y disfrutar de grupos musicales como Queen y Blue Swede. Bella Roo es otra significativa dueña de la imagen, es una canguro rojo de cinco años de edad que se ha emparejado con otro, Winston el wallaby, y la feliz pareja ha estado viviendo en Animal Tracks desde que se conocieron. A ambos les gustan las legumbres como la espinaca y la lechuga romana y los días soleados prefieren correr por todo el lugar.
Otro de los integrados a esta gran familia que forman humanos y animales es un oso de miel de tres años de edad, que nombrado Luna. Hace un año fue atacada por su madre mientras vivían en Minnesota, por lo que Luna debió ser sometida a muchos cuidados y trasladada al santario. Igual de violenta es la historia de Luke, un mono ardilla de siete primaveras, que se metió en una pelea con otro de su especie y perdió todos los dedos de su mano derecha, por lo que ahora es mimado por el equipo de Animal Track.
Un caso singular es el de Scout, un híbrido de lobo y perro, que tiene cinco años y actualmente recibe un tratamiento para mejorar su columna vertebral. Pero a pesar de sus diferentes lados, Scout tiene una actitud sorprendentemente amable y graciosa, disfruta revolcarse en el pasto y dar largos paseos con los empleados del santuario. No obstante, el perro-lobo ya estaba adaptado a los humanos, pues llegó directo de la industria del cine donde las personas que lo atendían se percataron de que tenía un problema médico y necesitaba un cuidado especial.
