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lunes, 7 de agosto de 2017

La maquinaria de los Dodgers

Por Aliet Arzola

Los Dodgers de Los Ángeles son una de las franquicias legendarias de Major League Baseball (MLB), no solo por sus casi 130 años de historia, primero en Brooklyn y después en los confines californianos, sino también por su excelso palmarés, que incluye 21 títulos de la Liga Nacional y seis trofeos de Serie Mundial. Sin embargo, los Dodgers no ganan el máximo banderín del béisbol en Estados Unidos desde antes de la caída del Muro de Berlín, justo el tiempo que llevan también sin disputar una final en el mejor circuito de pelota del mundo, lo cual supone un trayecto aciago demasiado largo para los fanáticos del conjunto azul.

Pero esta temporada los Dodgers parece que van en camino de conseguir algo grande. Su récord de victorias es el mejor de las Mayores y si mantienen el ritmo en los dos últimos meses de la temporada podrían sobrepasar la barrera de los 100 éxitos, algo que la franquicia ha conseguido en cinco oportunidades, la última de ellas en el lejano 1974, hace 43 años. Ellos cuentan con una base sólida y notable profundidad por posiciones, aspectos que le han permitido sortear con éxito la campaña a pesar de lesiones de algunos de sus jugadores más importantes. Por ejemplo, el inicialista mexicano Adrián González solo participó en 49 partidos antes de lesionarse y entrar en la lista de los lastimados por un período de 60 días. El Titán, no obstante, andaba por debajo de su habitual producción y solo tenía un jonrón y 23 impulsadas, cifras muy bajas para un hombre de más de 300 vuelacercas y mil empujadas en su carrera de MLB.

Además de Adrian, los Dodgers perdieron temprano al vertiginoso Andrew Toles, joven que debutó el pasado año y se suponía tendría su campaña de consolidación, y más recientemente sufrieron la lesión del líder del conjunto y mejor lanzador de MLB: Clayton Kershaw. El zurdo dorado afrontó molestias y no regresará hasta finales de agosto o septiembre, justo cuando la novena perfile los detalles para adentrarse en su enésima postemporada. De cara a esa instancia, el elenco de Los Ángeles necesitará que sus hombres grandes hasta el momento mantengan la línea que ha llevado al equipo a tener el mayor diferencial de carreras del año, sin dudas una muestra de que los astros se han alineado a favor de los azules.

El novato Cody Bellinger, autor de 30 jonrones, y los estelares Corey Seager y Justin Turner son la cara visible del abusivo poder de los Dodgers, pero más allá aparecen los cubanos Yasmani Grandal y Yasiel Puig, la revelación Chris Taylor; y un grupo de actores secundarios como Chase Utley, Joc Pederson y Enrique Hernández, quienes de conjunto han sido un terror para los contrarios. Si eso no generara suficiente confianza, desde el bullpen el poderoso Kenley Jansen se ha mantenido intransitable en los cierres, y ahora contará con el apoyo de dos relevistas zurdos adquiridos antes de la fecha límite de cambios: Tony Watson y Tony Cingrani. Pero la guinda del pastel, es el derecho japonés Yu Darvish, quien formará un tándem espectacular con Kershaw al tope de la rotación, sin dudas un arma de temer para los play off de octubre.

No obstante, el manager Dave Roberts deberá observar muy de cerca la evolución de cada jugador en estos dos meses finales de contienda, en los cuales los Dodgers solo buscarán mantener la cima de su llave clasificatoria para después atacar en la postemporada. Ciertos niveles de relajación y fallas de los hombres importantes han lastrado al conjunto en años anteriores, por lo que ahora no se admitirán despistes, sobre todo si ganan 100 juegos. De cualquier forma, quebrar esta barrera no es garantía de éxito en el pasado reciente.

Por ejemplo, los Yankees de Nueva York lograron el centenar de victorias en el 2004 y en los play off llevaban ventaja de 3-0 sobre Boston, pero no encontraron la fórmula para ganar otro choque más y sufrieron la mayor remontada en la historia del béisbol. Los Marineros de Seattle, recordistas de las Mayores con 116 sonrisas en el 2001, ni siquiera llegaron a la Serie Mundial, sin dudas un llamado de atención para los equipos potentes en la temporada regular. Por ahora los Dodgers funcionan como una maquinaria, y esperar esquivar la maldición que los tiene a secas desde 1988.