La reforma contra la subida de la electricidad no ve la luz
A más de siete meses de su anuncio, la reforma “urgente” que contendría la subida de los precios de la electricidad sigue sin ver la luz. Fue el pasado enero cuando, en medio de un auténtico revuelo social porque el continuo incremento del importante servicio, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunció un paquete de medidas de urgencia cuyo fin sería contener esa subida. No obstante, como vemos, la reforma no acaba de entrar en vigor y no percibimos cuándo lo hará.
De hecho, el Gobierno no ha hablado de plazos concretos para su puesta en marcha. Se han producido trabas que aconsejan al parecer no hacerlo de inmediato, pese a que la estrategia gubernamental contempla frenar la subida de los precios eléctricos indirectamente. La anunciada normativa, esperada con ilusión y ahínco por los bolsillos de la gran parte de los españoles, no buscaba o busca reformar el mercado mayorista eléctrico o el sistema de fijación de los precios del servicio. En lugar de ello, el Ministerio de Energía impulsó cambios en el funcionamiento del mercado de gas natural para bajar sus precios y favorecer una rebaja indirecta de los precios de la luz o un frenado de su incremento, dado que el gas es el recurso utilizado para generar electricidad en los momentos de demanda pico. Con esta medida, el Ejecutivo estaría obligando a los dos grandes operadores gasistas, Gas Natural Fenosa y Endesa, a inyectar un volumen mínimo de gas en el mercado mayorista de gas.
Al mismo tiempo, los estaría condicionando a pautar un rango de precios en el que podría comercializar el recurso, lo que inevitablemente al menos frenaría la continua subida de precios de la electricidad. Sin embargo, la estrategia, anunciada como medida hace más de medio año para rebajar los caldeados ánimos sociales, sigue sin ser aprobada. Según ha trascendido, parte de la responsabilidad de que ello no haya sucedido la tiene el propio Ministerio de Energía. Esta cartera no ha aprobado ni se ha pronunciado ministerialmente sobre la propuesta de metodología que el supervisor de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) aprobó en marzo e hizo pública en abril, la cual va encaminada a determinar el volumen mínimo de gas que Gas Natural y Endesa deben aportar al mercado, así como el margen de precios al que deberán comercializarlo. Mientras la espera se alarga por estas cuestiones burocráticas, nuestros bolsillos siguen sufriendo, como prueba de que el precio de la luz y la gasolina no siempre dependen del barril de petróleo, aunque desde chicos haya sido eso lo que nos hayan enseñado o dicho superficialmente en clases.