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miércoles, 9 de agosto de 2017

Las colas de El Prat tienen el color del 1-0

Por Marta A.

Todo en esta vida puede ser puesto a tu favor. Parecería que ese fue el adagio que los partidarios del “sí” a la independencia ponen en práctica en el aeropuerto de El Prat Barcelona, sumergido ahora mismo en una crisis sindical ante las constantes huelgas parciales que han sido inteligentemente politizadas por la campaña del 1-0. Votar por la independencia es la consigna que esgrime el “soberanismo”, porque ello supondría de una vez por todas decir adiós a las deficientes gestiones de las diferentes infraestructuras públicas. De modo que si por un lado al interior del aeropuerto bullía la empantanada negociación entre demandantes y demandados, en medio además de las interminables colas de pasajeros originadas por la tercera jornada de paro oficial, el aeropuerto de El Prat es ahora también un hervidero político. Administraciones, partidos y diversas entidades se atacan puertas adentro de la instalación, mutuamente, por el colapso del lugar.

“Con nosotros no existiría este caos en el aeropuerto”, argumentó en la terminal, la entidad independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC),  empeñada en convencer a los viajeros de que con ellos habría orden, en tanto el propio presidente del Gobierno, Rajoy, salió a reclamar que  se deje de hacer política a costa de las colas de pasajeros. Mientras, la Generalitat informó que contactará con consulados y embajadas para darle al mundo una explicación sobre la situación y pedirle disculpas.

Hasta los despachos políticos se ha trasladado la tensión de este conflicto laboral, pues la propaganda separatista llegó a El Prat justo en uno de los días de mayor operativa de este 2017. A las manos de los pasajeros fueron a parar folletos en cuyo interior se aprecia una foto en blanco y negro en la cual se mostraban usuarios formando una larga cola en la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona, y sobre la cual maquetaron un mayúsculo 'NO', repartidos por voluntarios de la ANC.

En la página continua, a la derecha, un texto de color amarillo, escrito a su vez en catalán, castellano e inglés, y en principio dirigido a pasajeros extranjeros, afirmaba sin cortapisas que "tal vez ahora entiendas (refiriéndose al turista) por qué muchos catalanes diremos 'sí' en el referéndum del 1-O".

El resto es más que sugerencia, pues el Sí mayúsculo que aparece bajo este texto, claramente tiene un mensaje: votar por la independencia supone dejar atrás de una buena vez las deficientes gestiones de infraestructuras públicas como la que los pasajeros están sufriendo desde finales del 24 julio pasado en el segundo mayor aeropuerto de España.

Por su parte, la ANC no sólo coloca la responsabilidad de la huelga en el Gobierno, que a su juicio debió haber logrado resolver el conflicto laboral, más cuando hace 15 días que inició, sino que deja claro que  situaciones como esta no tendrían lugar en una eventual república catalana.

“Aena” termina en las páginas del folleto catalogada como una gestión oscura, opaca y mala y sarcásticamente expresa al pasajero que “si hay algún problema con el avión en Barcelona, es porque el problema lo solucionará alguien de Madrid”, haciendo clara alusión a que España es el único país en el mundo, donde un ministerio es el encargado de gestionar de manera centralizada 46 aeropuertos.

A las críticas no escapa Eulen, la empresa encargada de los controles de seguridad en El Prat, catalogada nada más y menos que como una compañía española “amiga” del Gobierno y a la cual subcontrata Aena sin tener en cuenta que ofrece a su personal unas condiciones pésimas de trabajo. En tanto, las negociaciones no avanzan lo suficiente y prometen alargarse varios días. Ya el 14 de agosto, el sí lo tiene la huelga indefinida que ha sido convocada.