Lo equívoco a la hora de competir
Empecemos por lo básico. Solo con un gesto, enderezarte cuando corres, ya tendremos mucho ganado, pues muchos corredores tienden a correr semi agachados. Por un lado, tu zancada es mayor, ayudarás a no lastimarte. Cuando vas erguido la musculatura y tendones trabajan menos, y así evitas el desgaste. Correrás con menos esfuerzo y respirarás mejor pues, al llevar el torso alto, tus pulmones podrán admitir más aire. Lo cierto es que cometemos muchos errores al realizar esta práctica diaria que de una manera u otra nos impide durar más tiempo y ejercitarnos correctamente. Este texto pretende poner de manifiesto todos aquellos errores que cometemos en las rutinas diarias de correr.
Uno de los principales errores es el de llegar con prisas a la salida. Por muy temprano que sea la prueba, llega con tiempo de sobra. Es normal que estés nervioso antes de la carrera, y si a eso le añades las prisas, puede terminar en desastre. Incluso salir rápidamente, en las carreras de 10 kilómetros requieres una dosificación y estrategia. Pueden llegar a hacerse muy largas si no conoces y respetas tu ritmo. Imagínate con las pruebas más largas.
Otro de los errores más comunes es tratar de alcanzar el ritmo de nuestro compañero de rutinas. Si te encuentras corriendo con otra persona o en un grupo, y estos llevan un ritmo superior al que te has marcado o al que ese día tus piernas te permiten, no trates de seguir con ellos o pagarás las consecuencias. Para ello es necesario mantener una práctica cotidiana y conocernos nuestros límites. Hacer sesiones más largas o intensas a última hora, solo servirá para lastimarte o que llegues más cansado a la rutina.
Otro de los elementos fundamentales es no tomar en cuenta el trayecto o las condiciones climatológicas para determinar tu ritmo. Debes tener en cuenta que no deberías correr de la misma forma en un terreno plano que en uno ascendente, ni hacerlo a 10 que a 30 grados. Sentirte un poco afligido por no poder llegar igual que los demás es normal e incluso va a mejorar tu rendimiento. Presionarte con la obligación de bloquear esa sensación o pretender dormir si no tienes sueño, sí que puede crearte un nivel negativo de ansiedad.
Otro de los errores y pienso que sea el más fundamental es la postura al correr, Si te cuesta enderezarte, imagina que estás colgado de una cuerda que sale de tu cabeza hacia arriba y está jalando de ti hacia arriba.
Un ejercicio que ayuda a mejorar la postura son los encogimientos con rodillas flexionadas. Acuéstate encima de tu espalda, logrando el contacto de la zona lumbar en el suelo y flexiona las rodillas logrando unos 90 grados. Separa la región cervical del suelo, flexionando el tronco arriba y sin jalar de la cabeza hacia delante. Solo tienes que lograr que tus escápulas se despeguen cuatro centímetros del suelo. Intenta mantener toda la tensión en la pared abdominal, de tal modo que tu panza se meta hacia abajo. Puedes realizar series de 30-40 repeticiones en días alternos.
Lo cierto es que si logramos evitar toda esta serie de errores en esta práctica que muchos realizamos lograremos mejores resultados y por supuesto no cansaremos menos. Varios testimonios afirman que su desempeño en las carreras cotidianas resultan más eficientes y menos agotador. Un consejo muy sabio es seguir nuestro propio ritmo y veremos respuestas increíbles.