Los taxistas malagueños se unen para encarar a Cabify
Los taxistas de Málaga no aguantan más lo que definen como un “intrusismo” de los vehículos turismo con conductor (VTC). En su ciudad estos últimos están representados por la empresa privada de transporte Cabify y, ante las “prácticas ilegales” que de acuerdo con ellos esta está ejecutando desde hace semanas, han decidido plantarle cara y enfrentarla. El medio escogido por los taxistas para ello es una huelga indefinida en la capital provincial, justo en la semana de Feria, cuando más movimiento y afluencia de turistas hay en la ciudad. De nada valieron las dos reuniones que el gremio sostuvo con el alcalde malagueño este domingo. Están molestos y cansados de la situación, por lo que consideran que quizás solo una protesta enérgica pueda motivar acciones legales y políticas en su favor.
Si bien la oposición de los taxistas a las nuevas formas de transportación privada que se propagan en el mundo actual no es exclusiva ni de España ni de Málaga, pues se ha visto en la mayor parte de las ciudades en las que empresas como Uber y Cabify han logrado asentarse, resulta curiosa por los móviles que llevan a los malagueños a la huelga. No se oponen a la existencia de Cabify ni reclaman su marcha de la ciudad, al menos no todos y como principal petición, pero sí demandan que cumpla con las “reglas del juego” pactadas. En este sentido, los taxistas sostienen que la empresa privada lleva “unos meses” aprovechándose de determinadas “prácticas ilegales”. Entre estas destacan la violación de la primera norma que la empresa debería cumplir. Según dicha norma, los coches de Cabify deben permanecer en su base hasta que se reciba una petición de servicio. Sin embargo, de acuerdo con lo denunciado por los taxistas, los conductores no están cumpliendo con esto y se mantienen posicionados en lugares estratégicos, donde suele haber alta concentración de público.
De esta forma, los conductores de la empresa pueden responder con mayor prontitud a las peticiones, pero ello no es del agrado de los taxistas, que también están inconformes con la violación de la proporción establecida en la ciudad para taxis y coches VTC. Lo acordado cuando Cabify se estableció en Málaga es que sería un VTC por cada 30 taxis, pero en los últimos tiempos, sobre todo en esta semana de feria, dicha proporción no se está cumpliendo. Para satisfacer la demanda en este período la empresa lanzó un comunicado en el que convocó a conductores de otras comunidades autónomas, fundamentalmente a los de Madrid, a que asistiesen a Málaga y laborasen en pos de aumentar la disponibilidad del servicio de Cabify durante el mes de agosto. La empresa cubriría los gastos de alojamiento, razón por la que la invitación ha tenido tan buena aceptación. Sin embargo, la convocatoria no ha sentado nada bien a los taxistas, que ven como su competencia se eleva y de manera desleal. Se quejan además de que sus regulaciones e impuestos son diferentes a los de compañías de este tipo, por lo que demandan que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto y sea coherente con sus políticas para todo el sector transportista. Sin dudas, la huelga de los taxistas impactará en la movilidad de la capital malagueña, en un período en el que suele haber alta concentración de turistas, residentes y visitantes. En solidaridad con ellos, taxistas de otras ciudades de la provincia, también inconformes con la presencia de Cabify y sus práctica, se sumarán al paro, aunque hasta ahora solo de manera parcial.
