Seis días que estremecieron al mundo
La confrontación entre Israel, Egipto, Jordania y Siria iniciada un 5 de junio de 1967, cambió la geopolítica de Oriente Medio para siempre. Nunca antes una guerra había durado tan poco y cambiado tanto el tablero geopolítico de una de las regiones más convulsas del planeta. En la conocida Guerra de los Seis Días (5 y el 10 de junio) Israel derrotó a los países mencionados y tomó el control de los Altos del Golán. El profesor de Historia de Medio Oriente y Ciencia Política en la Universidad Emory, en Georgia (Estados Unidos) declaró al sitio británico de noticias BBC Mundo que el hecho “transformó Medio Oriente porque tuvo un impacto significativo en la política en el mundo árabe, en Israel”.
El titular añadió que las secuelas de la Guerra de los Seis Días se sienten medio siglo después. Tel Aviv no solo ocupó los Altos del Golán. Arrebató otros territorios como la península del Sinaí, Jerusalén Este, Cisjordania y la Franja de Gaza. “Israel no tenía planes de ir a la guerra y obtener territorios árabes. El objetivo era golpear al Ejército de Egipto de manera que ya no fuera una amenaza. Al leer las minutas de las reuniones del gobierno israelí durante la guerra y las semanas que le siguieron se nota la incertidumbre que había acerca de qué hacer con esos territorios”, detalló el profesor Stein. Para el experto, el conflicto bélico supuso el fin del panarabismo, e incluso, los orígenes de los movimientos islamistas radicales.
A su vez, el director del Centro de Políticas sobre Medio Oriente del Instituto Brookings ubicado en Washington D.C. (Estados Unidos), Nathan Sachs, dijo que la guerra impactó en la causa palestina, una bandera común de los estados árabes, unidos en su rechazo a Israel.
Asimismo, indicó que marcó el inicio de una mayor implicación estadounidense en la región. Hasta ese momento, la política exterior de Washington hacia Oriente Medio era garantizar la seguridad de Israel, pero su participación era limitada.
Como resultado de la guerra, Tel Aviv ocupó además el acceso al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado para el judaísmo. Durante la confrontación bélica el entonces primer ministro israelí Levi Eshkol dijo sobre la ocupación de la ciudad antigua de Jerusalén: “Nos han dado una buena dote, pero viene con una novia que no nos gusta”.
En esos territorios palestinos Israel construyó asentamientos interpretados como un despojo de los derechos de los ciudadanos que vivían allí y como una violación de los derechos humanos. Esas diferencias han provocado fuertes condenas por parte de la comunidad internacional contra Tel Aviv.