Tres décadas de la famosa película “Dirty dancing”
Treinta años han pasado desde que fuera estrenada en salas de cine de Estados Unidos la película “Dirty dancing”, un drama romántico aparentemente inocente que habla del baile y su mundo, la libertad sexual, y las diferencias sociales. También trata el aborto, en una época en la que, si bien ya estaba parcialmente aprobado, no era bien visto y por tanto su alusión en el filme levantó bastante polémica. Este filme estuvo dirigido por Emile Ardolino, coreógrafo y productor estadounidense.
La base de la historia es bastante ligera y manida, pero eso no le impidió tocar temas importantes para la sociedad. No obstante, al decir de su guionista Eleanor Bergstein, el tema del aborto en el audiovisual fue muy rechazado desde el proyecto. Tanto patrocinadores como la industria de Hollywood negaron su participación. La llamada Meca del Cine estadounidense no se quiso hacer cargo, y por tanto la película fue pequeña e independiente, pero el resultado apoteósico. El rodaje no estuvo exento de dificultades y contó con un ajustado presupuesto de unos seis millones de dólares, suma que se multiplicó al recaudar 214 millones de dólares. Esto habla de su éxito. Así fue el inicio del filme que a sus tres décadas de estrenado sigue siendo un clásico e ícono para muchos.
La intención de Eleanor Bergstein era transmitirles a las personas la confianza y la necesidad de que cada uno de nosotros tomáramos las riendas de nuestras vidas, muchas veces condicionadas a tantos paradigmas y estratos sociales.
La trama de Dirty dancing se desarrolla durante las vacaciones del verano de 1963. Sus protagonistas son Jennifer Grey en el papel de Frances “Baby” Houseman, y Patrick Swayze como el sensual profesor de baile Johnny Castle. Fue con esta película que alcanzó la fama mundial el actor, bailarín y cantautor Patrick Swayze. Se convirtió en ícono sexual y en uno de los actores más populares de los años 80 y 90. Incluso en aquella época fue considerado el hombre más sexy vivo del mundo por la revista People. Durante algún tiempo fue un actor muy cotizado, y pronto grandes marcas del mundo lo reclamaron para trabajos publicitarios.
Su director, Emile Ardolino, ganó el Emmy tres veces y encontró éxito comercial con esta película en 1987. “Dirty dancing” rompió tabúes, consiguió escandalizar a medio mundo a través del baile, y fue bastante criticada por su capacidad catártica y ser considerada inadecuada y de malos ejemplos para el público adolescente en formación. Todo esto le valió durante varios años cuantiosas nominaciones y premios en concursos internacionales.
El filme cuenta con una excelente banda sonora. Sus canciones están perpetuadas hasta hoy en generaciones que ya no son tan jóvenes. El tema más conocido y mítico es “Time of my life”, interpretado por Bill Medley y Jennifer Warnes durante el famoso baile final de la pareja. El single encabezó la lista “Billboard Hot 100” en noviembre de 1987, durante una semana, y también alcanzó el número uno en el “Adult contemporary” por cuatro semanas. Pero no es todo, también ganó el Grammy, así como el Oscar y el Globo de oro a la Mejor Canción Original en 1988. En parte “Dirty dancing” le debe a la música su popularidad. Sus canciones muy bien escogidas aún siguen sonando en el imaginario popular.
Como bien dijera su creadora, Eleanor Bergstein, es una película tan adelantada a su tiempo que, incluso al día de hoy sigue vigente, el mundo continúa teniendo muchos trending topics afines. Habrán pasado 30 años, pero los asuntos importantes del mundo siguen rondando la misma agenda. En la actualidad continúan las luchas por la emancipación de la mujer y la diferencia entre clases sociales. Incluso el tema del aborto aún no se ha resuelto completamente, sigue siendo tabú y motivo de discusión y altercados en las mayorías de las sociedades contemporáneas.