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lunes, 18 de septiembre de 2017

A preservar la ternura

Por DesdeCuba

En Tokio, nace un ejemplar de uno de los animales en peligro de extinción. La madre del pequeño, en el año 2012 tuvo su primer cachorro, pero este murió seis días después de su nacimiento. Estos ejemplares solo pueden apreciarse en estado salvaje en algunas regiones del centro de China. Por eso este país tiene la avanzada en la puesta en práctica de acciones encaminadas a su conservación. La cría en cautiverio es una de estas acciones, sin embargo, el cautiverio es muy cuestionado, pues a pesar de que tiene resultados positivos en el corto plazo, no es la solución definitiva a la pérdida de la biodiversidad.

El pasado 12 de junio se produjo en e el zoológico de Ueno, en Tokio, el nacimiento de un panda gigante, lo que sucede por vez primera en cinco años. La panda Shin Shin, madre del pequeño, en el año 2012 tuvo su primer cachorro, pero este murió seis días después de su nacimiento. Los bebés pandas nacen muy pequeños y aun sin desarrollarse los suficiente como para saber, por ejemplo, cuál sería su sexo. De hecho, el peso de un recién nacido constituye una milésima parte del peso de su madre. El nacimiento del cachorro ha traído consecuencias positivas para los negocios en Ueno. Por ejemplo, la cadena de restaurantes Toh-Ten-Koh Corp, registró un alza en sus acciones, pues los inversores pronosticaron que más personas se trsladarían al zoológico para ver al bebé panda.

Los pandas gigantes son especies en peligro de extinción, y actualmente solo pueden apreciarse en estado salvaje en algunas regiones del centro de China. Las elevaciones de Minshan y Qinling, en este terrtorio, constituyen la casa de alrededor del 65% de la población de pandas gigantes en estado silvestre.La cantidad de estos animales que está en libertad asciende un poco más de 2000 ejemplares y alrededor de 100 pueden ser apreciados en los zoológicos.

Como el mayor número de especímenes se encuentra en China, es esta nación la que mayor esfuerzos realiza para conservarlos. Uno de los puntos medulares para lograrlo fue el incremento de los bosques de bambú, que constituye la principal fuente de alimentación de los osos. Al respecto, Hilton Taylor, miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, sentenció que “Todo se trata de restaurar los hábitats y la población comenzará a aumentar lentamente (...) El simple hecho de restaurar el hábitat de los pandas les ha devuelto su espacio y ha permitido que tengan comida disponible".

Pero la actual crisis medioambiental puede poner en peligro las iniciativas asiáticas, pues se espera que con el cambio climático y el consecuente incremento de la temperatura, se compique el proceso de crecimiento del bambú. Por ello, otra manera de preservar la especie es la reproducción en cautiverio, en muchas ocasiones a través del método de inseminación artificial. Sin embargo, el cautiverio es muy cuestionado, pues a pesar de que tiene resultados positivos en el corto plazo, no es la solución definitiva a la pérdida de la biodiversidad. De hecho, son numerosos los intentos de pandas criados en cautiverio y que una vez puestos en libertad han muerto.

Esta especie no puede perderse. Sus colores, sus manchas y toda la ternura que encierran tienen que ser preservadas. Cualquier iniciativa que se tome a nivel gubernamental es poca. Si bien el cautiverio no puede ser una respuesta absoluta, que constituya una vía para que la especie sobreviva, es siempre una excelente opción. Al igual que ocurre con el enfrentamiento a la grave situación medioambiental, no es tarde para salvar a una de las especies que más amor despierta en aquellos que los observan.