El "procés" ha sido minucioso: ¿llega la culminación?
Parece que este mismo miércoles el Parlament de Cataluña planea aprobar la ley de transitoriedad jurídica y la convocatoria del referéndum. Si bien el ala más centrista de Junts pel Sí tenía la intención de alargar un poco más la espera, la CUP y Esquerra Republicana han presionado para que se aprueben lo antes posible. Y es que adelantar las fechas da más margen a la justicia para que impugnen ley y convocatoria. El gobierno central tiene una teoría al respecto: las autoridades catalanas aprovecharían la celeridad de los tribunales para victimizarse durante la Diada, que se celebra el 11 de septiembre.
Por otro lado, el President de la Generalitat ha asegurado con vehemencia que, en caso de ser inhabilitado, no piensa abandonar sus tareas. En una entrevista concedida este fin de semana, Puigdemont ha calculado que para el referéndum habrá unas 6.000 urnas homologadas listas para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a voto. Por ahora, las últimas encuestas hechas para medios de comunicación nacionales arrojan datos poco favorables para los unionistas: un 50,1% de los catalanes quiere la independencia, mientras que un 45,7% se posiciona en contra. El porcentaje restante no lo sabe o no quiere contestar. Son unos datos bastante balanceados, pero que con los años podrían cambiar radicalmente en favor del sector secesionista: por debajo de los 30 años, el apoyo a una Cataluña independiente crece hasta el 60%.
Antes del 1-O, sin embargo, el independentismo medirá sus fuerzas en la Diada, donde está previsto que acudan miles de personas de todos puntos de Cataluña. Por ahora, más de 198.000 personas ya se han inscrito para participar en la manifestación, y las distintas entidades soberanistas han confirmado que se desplazarán hasta la capital mediterránea más de 1.400 autocares.
El sector unionista también prepara un acto para contrarrestar la deriva independentista que la Diada ha tomado en los últimos años. El vicepresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), Álex Ramos, ha anunciado que pretenden ayudar a alzar la voz a los no independentistas, y que para ello espera contar con el apoyo del PSOE, Ciudadanos y del PP. SCC también mira de cerca la actitud de los “comuns”, esperando que las bases de Podemos y demás partidos afines tomen una dirección diferente a la de los líderes políticos, que se han posicionado a favor del referéndum.
El Govern de Cataluña está a punto de poner todas las cartas encima de la mesa. El ejecutivo en Madrid ha tenido meses para negociar un punto entremedio, pero nada se ha logrado por el inmovilismo y cabezonismo de ambas facciones, que se han limitado a predicar diálogo, pero no a ejercerlo. ¿Ha pasado ya Cataluña el punto de no retorno?
