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domingo, 17 de septiembre de 2017

México, la cuna de grandes fósiles de animales milenarios

Por Yamy

En una cueva submarina en Yucatán, en el sureste de México, un grupo de investigadores ha encontrado fósiles de grandes animales, y se estima que los restos sean de hace aproximadamente unos trece mil años. Estudiar los fósiles ayuda a entender los orígenes de nuestra existencia, cómo fue la naturaleza en el pasado remoto de nuestro planeta y, por consiguiente, predecir futuros comportamientos, sobre todo ahora cuando la Tierra se encuentra amenazada constantemente por fenómenos asociados al llamado cambio climático. Este descubrimiento en particular puede ser importante para conocer el origen de la humanidad en el continente americano.

De acuerdo con expertos, cuando se formó el puente de tierra que conecta América del Sur con América del Norte, y donde actualmente se encuentra Panamá, hace alrededor de tres millones de años, el sur de México se encontraba en medio de un gran intercambio biótico de grandes animales de ambos continentes que cruzaban ese territorio en todas direcciones. Sin embargo, no hay pruebas suficientes porque los hallazgos de fósiles de animales de aquella época en Centroamérica y el sur de México han sido muy escasos hasta el momento.

Reportes indican que durante años un equipo de buceadores de cuevas ha estado investigando y ha logrado descubrir restos de grandes animales que alguna vez recorrieron la península de Yucatán durante el final de la última Edad de Hielo. Para eso, los científicos han estado descendiendo a los pasadizos inundados del cenote de Hoyo Negro, en el estado mexicano de Quintana Roo, que alcanza los 55 metros de profundidad. Durante la última Edad de Hielo, el nivel del mar era mucho más bajo, y los animales prehistóricos podían caminar cerca del cenote a través de pasillos horizontales y caer accidentalmente dentro de los mismos.

Hasta ahora el equipo de investigadores ha conseguido recuperar restos de tres osos perezosos gigantes, uno de ellos es una especie completamente desconocida. También fueron descubiertos osos de cara corta, pumas, gatos de dientes de sable, además de un extraño pariente de los elefantes, tapires e, incluso, un esqueleto humano. Expertos refieren que se trata del esqueleto humano más antiguo y más completo en las Américas, y estiman que al ser encontrado en la misma zona haya coexistido con una variedad de megafauna. Los restos humanos más antiguos de América fueron bautizados como Naia, o la “Joven de Hoyo Negro”, y luego de exámenes se pudo saber que pertenecían a una joven de unos 15 o 16 años de edad.

Uno de los principales investigadores del proyecto de la Universidad Estatal de Tennessee, Blaine Schubert, explicó que la preservación del material fósil es extraordinaria y por tanto les permitirá reconstruir varios aspectos de la anatomía, las relaciones evolutivas y el comportamiento de la fauna de aquel entonces. También esperan que el hallazgo les proporcione una nueva imagen emocionante de la región en medio del rápido cambio climático y medioambiental.

A medida que la colaboración internacional de los investigadores estadounidenses y mexicanos continúa su trabajo, esperan comprender mejor la naturaleza de este puente intercontinental y sus propias complejidades ecológicas.

Hace unos 12 000 años, la Tierra experimentó un gran cambio climático provocado por el derretimiento de capas de hielo que a su vez causó un dramático aumento del nivel del mar a nivel global, y que inundó los paisajes costeros bajos y por tanto los sistemas de cuevas en México. Muchos de los espacios subterráneos que alguna vez proporcionaron agua y refugio a personas y animales se inundaron y perdieron. Actualmente la zona en cuestión solo es accesible para buzos. Hoyo Negro es un vacío bastante profundo, en forma de campana y lleno de agua, del tamaño de una arena profesional de baloncesto dentro de un sistema de cuevas ahogadas.