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viernes, 8 de septiembre de 2017

Recordando a Pavarotti a diez años de su partida

Por Diana Lorenzo

Uno de los cantantes contemporáneos más famosos, tanto en el mundo de la ópera como en otros múltiples géneros musicales, dejó de existir hace exactamente diez años. Fue precisamente  en este mes de septiembre, pero de 2007. El tenor italiano murió de un cáncer de páncreas en su ciudad natal, Módena, Italia. Había nacido el 12 de octubre de 1935 en las afueras de Módena. Fue su padre, Fernando Pavarotti (1912-2002), panadero y tenor aficionado y fue quien lo estimuló para que empezara los estudios en el mundo del canto lírico. Sus primeras influencias musicales provinieron de las grabaciones que poseía su padre, la mayoría de tenores populares de la época como Beniamino Gigli, Giovanni Martinelli, Tito Schipa y Enrico Caruso. Sin embargo, el ídolo de Luciano era el tenor Giuseppe Di Stefano.

Cerca de los nueve años comenzó a cantar con su padre en el coro de una pequeña iglesia local. También en su juventud tomó algunas clases de canto. Sus mentores en el arte del bel canto fueron Arrigo Pola y Ettore Campogalliani. Sus primeras apariciones públicas como cantante fueron en el coro del Teatro de la Comuna, en Módena, y más tarde en La Coral de Gioacchino Rossini, donde demostró su talento. Debutó el 29 de abril de 1961 como Rodolfo en La Bohème, de Puccini, en el teatro de ópera de Reggio Emilia.

Entre sus actuaciones más comentadas internacionalmente, están las que realizó con los españoles Plácido Domingo y José Carreras, con quienes formó el trío Los Tres Tenores (The Three Tenors). La idea, defendida por Pavarotti para hacer llegar “la hermosa canción” a todos los públicos, comenzó con un concierto en las Termas de Caracalla en Roma que sirvió de clausura al mundial de fútbol de 1990. El éxito fue tan atronador que se repitió en las clausuras de los sucesivos mundiales de 1994, 1998 y 2002, así como en algunos otros conciertos adicionales, todos ellos de inmenso éxito.

Un 24 de febrero de 1968, en el resplandeciente auditorio del Pelado de la Ópera en Berlín, Pavarotti  Interpretaba El elixir del amor, aquella ópera de Gaetano Donizetti que cuenta sobre el romance entre una bella joven y un campesino, con una pócima mágica de por medio, que supuestamente los unirá para siempre. Al finalizar la canción 'Una furtiva lágrima'', la pieza más reconocida de la ópera, el auditorio completo se puso de pie para aplaudirlo durante 67 minutos, más de una hora a lo largo de la cual el cantante salió 165 veces a escena. Aquel se convirtió en el aplauso más largo de la historia durante más de 20 años. Este aplauso solo ha sido superado por Plácido Domingo en una de sus actuaciones en 1991.

Ahora, con motivo del décimo aniversario de su muerte, Sony Classical lanzó una recopilación de tres CD en homenaje al tenor italiano, que incluye el primer concierto que el artista dio en su ciudad natal, donde interpretó grandes éxitos de su obra, incluyendo conocidas arias de tenor de Lucia di Lammermoor y Rigoletto y canciones italianas. También incluye el concierto de Navidad que ofreció junto a Plácido Domingo y José Carreras, en el Konzerthaus de Viena, en 1999.