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jueves, 12 de octubre de 2017

En la variedad está la buena alimentación

Por Jacky

Los especialistas plantean que las mejores dietas son aquellas variadas que incluyen desde vitamina C hasta hierro o ácido linoleico. Incluso las dietas de moda que tienen pocos alientos o eliminan algunos son, en la mayoría de los casos, variadas como para ser razonablemente nutritivas. Si tuviéramos que sobrevivir solo de determinado alimento, también es necesario saber que entre los alimentos candidatos no están la carne o la mayoría de frutas y verduras. En el caso de la carne, esta no tiene fibra, vitaminas ni nutrientes. Por su parte, las frutas y vegetales pueden tener vitaminas, pero no contiene suficiente grasa o proteínas, aún ingeridas en grandes cantidades.

El interés por las dietas lleva a veces a las personas a probar casos extremos. Tal es el caso del australiano Andrew Taylor, quien durante el 2016 comió solamente patatas, mezcladas a veces con leche de soja, salsa de tomate, sal, hierbas, y también consumió un suplemento de vitamina B12. Los análisis de sangre que se realizó durante ese año señalaron que su salud estaba en buen estado, e incluso logró perder peso, declarando que se sentía con más energía.

Sin embargo, de acuerdo con los especialistas comer solo un alimento no es una buena idea, pues para sobrevivir necesitamos 20 aminoácidos esenciales y 30 minerales y vitaminas. Para lograr el equilibrio adecuado de nutrientes es necesario combinar alimentos.

Por ejemplo, la patata está cerca de ser perfecta, el caso del australiano Taylor no es el único que se ha dado en la historia. Durante el principio del siglo XIX, la hambruna afectó a cerca de un tercio de la población irlandesa, que se alimentó de patatas fundamentalmente. Y es que la patata blanca tradicional posee todos los aminoácidos esenciales necesarios para construir proteínas, reparar células y combatir enfermedades. Sin embargo, si te alimentas solo con ellas, tendrías déficit de minerales y vitaminas. En esto es donde aparece la patata dulce o batata, que pertenece a una familia taxonómica distinta a la de las patatas blancas y aporta la dosis necesaria de vitaminas A y E, aunque sólo si se consume un número exagerado de tubérculos.

Sin embargo, eso traería muchos problemas, pues las patatas blancas son altas en una clase de carbohidrato que pone en tensión a la insulina, provocando un aumento en las posibilidades de tener diabetes y ser obesos. Es por ello que los nutricionistas no apoyarían una dieta basada solamente en las patatas, puesto que la variedad de alimentos es importante en el metabolismo y para la salud.

Los especialistas plantean que las mejores dietas son aquellas variadas que incluyen desde vitamina C hasta hierro o ácido linoleico. Incluso las dietas de moda que tienen pocos alientos o eliminan algunos son, en la mayoría de los casos, variadas como para ser razonablemente nutritivas.

Si tuviéramos que sobrevivir solo de determinado alimento, también es necesario saber que entre los alimentos candidatos no están la carne o la mayoría de frutas y verduras. En el caso de la carne, esta no tiene fibra, vitaminas ni nutrientes. Por su parte, las frutas y vegetales pueden tener vitaminas, pero no contiene suficiente grasa o proteínas, aún ingeridas en grandes cantidades.

En lo relativo a la carne, Vilhjalmur Stefansson, explorador ártico escribió sobre un fenómeno que ocurre entre la gente del norte de Canadá, llamado "hambre de conejo". Según relató, aquellos que sólo comen carne con muy poca grasa, como la del conejo, desarrollan diarrea en aproximadamente una semana, así como dolor de cabeza, lasitud y cierta incomodidad. Añadiendo que para evitar la muerte por malnutrición, los que sufren de hambre de conejo deben consumir algo de grasa.

Además de los efectos en la nutrición, la dieta de un solo alimento presenta otros límites, pues los humanos tenemos mecanismos innatos que evitan que la mantengamos, pues el cuerpo cree que probablemente al final, tomar un solo alimento conducirá a la malnutrición. Este fenómeno es llamado saciedad sensorial específica, que hace que cuanto más se coma una alimento, menos podamos tolerarlo. Está producida por la saciedad de los receptores de la boca y la nariz y funciona alterando el sabor agradable que tiene un alimento en la primera cata, en comparación con la cata del mismo tiempo después.

Además, según la dietista Jennie Jackson, de la Glasgow Caledonian University, en Escocia, también está el peligro de que comer lo mismo diariamente por mucho tiempo haga que sea más difícil comer lo suficiente para mantener el organismo funcionando.