¿Por qué continúa el matrimonio infantil?
Con motivo del Día Internacional de la Niña, celebrado este 11 de octubre, la Organización No Gubernamental "Save the Children" desarrolló una investigación sobre el matrimonio infantil. en este, alertó que 20 mil niñas en el mundo son forzadas a casarse cada día y, además, más de dos tercios de los matrimonios infantiles se realizan por debajo de la edad permitida por la legislación nacional.
De acuerdo con el informe, cada vez son más las naciones que imponen barreras legales a estas uniones, pero su implementación supone aún un gran desafío para los gobiernos. La ONG señala que las barreras más grandes para la erradicación del problema son la debilidad de las autoridades y la falta de conexión entre las leyes y las costumbres religiosas.
Helle Thorning Schmidt, directora ejecutiva de Save the Children Internacional, explica que las leyes que prohíben esa práctica son un primer paso significativo, pero millones de niñas continuarán estando vulnerables a menos que se aborde de manera contundente el problema del matrimonio infantil.
De acuerdo con los datos de la investigación, la mayor parte de los países con altas tasas de matrimonio infantil pertenecen a África, en donde cada año se celebran 1,7 millones de uniones de este tipo. La directiva declaró que hasta que se erradique el matrimonio infantil, no veremos un mundo en el que las niñas y niños tengan las mismas oportunidades de éxito en la vida. Explicó que cuando una chica se casa muy joven, se hace cargo de su papel como esposa y madre, lo que acrecienta las probabilidades de que abandone la escuela, quede embarazada o pueda sufrir cualquier tipo de abuso.
También denominado matrimonio precoz, constituye una violación a los derechos humanos y son vistos por la ONU como prácticas nocivas que afectan grandemente la vida, salud, educación e integridad de las niñas. En ese sentido, de acuerdo con los especialistas, impactan en su desarrollo futuro y el de sus familias e incrementan la discriminación y el riesgo de violencia. Entre las consecuencias más probables están la deserción escolar, el embarazo precoz, la mortalidad materna, la transmisión intergeneracional de la pobreza y, generalmente, la limitación a las oportunidades de vida para las niñas y adolescentes. Es por eso que se hace necesario asegurar, mediante leyes y políticas públicas, una medida de protección de los derechos de niñas y adolescentes.
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, la ONU establece su meta de erradicación de prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la unión temprana para niñas y adolescentes en 5.3. Sin embargo, la dificultad se incrementa pues todavía está instalado como una institución en varios países del mundo. Según los datos de Unicef, si bien la mayoría de edad o de consentimiento para este tipo de uniones varía en dependencia del país o la región, en el mundo se hallan 700 millones de mujeres que se casaron antes de cumplir 18 años.
Por ejemplo, datos recopilados y publicados por el programa de investigación Frontline de la cadena PBS de Estados Unidos, muestran que entre 2000 y 2015 en Estados Unidos, al menos 207 468 menores de edad contrajeron matrimonio. De ellos, 87 por ciento eran mujeres y el 99 por ciento tenía entre 15 y 17 años. Además, en el resto del mundo las cifras son más alarmantes: 1 de cada 3 o más niñas se casó o emprendió una unión marital antes de los 15 años.
Según los datos de la ONU, el país con mayor prevalencia de matrimonio precoz es Níger, con un 76 por ciento de mujeres entre 20 y 24 años que contrajeron matrimonio o algún tipo de unión marital antes de los 18 años. Lo siguen República Centroafricana (68 por ciento), Chad (68 por ciento) y Mali (55 por ciento). Esto confirma los registros de que la mayor prevalencia de este fenómeno se da en África, pues de los 20 países con más prevalencia, 17 son de ese continente, dos de Asia y uno, Nicaragua, de América Latina.
El primero de la lista es India, con 26,6 millones con mujeres en esa situación. En la actualidad, el número anual de niñas de menos de 18 años supera los 15 millones y se cree que crezca a 16,5 millones en 2030 y a 18 millones en 2050, de ellas, unos 280 millones están en peligro de convertirse en novias prematuras.
Según Unicef, estas niñas representan un grupo extremadamente vulnerable, ya que se les priva de su infancia, tienen pocas oportunidades de recibir una educación, y a menudo comienzan a procrear demasiado pronto. Añade que los mayores riesgos los tienen las menores que conforman el 20 por ciento más pobre de la población y también las que viven en zonas rurales.
